Capítulo XII
En SilencioDara se paró al lado de un numeroso grupo de personas que esperaban como ella el ascensor, dentro de un lujoso edificio de oficinas en el centro de Corea, los observó de reojo intentando adivinar a que piso iban, a que se dedicaban, solteros, casados, con novio o novia, hijos… felices?, Esa pregunta en los últimos días fascinaba a Dara, ¿las personas que le rodeaban eran felices?. Porque ella conocía su respuesta. No, no lo era.
El clic de la parada del ascensor detuvo sus pensamientos, decidió esperar a que los más apresurados se subieran, no sentía deseos de convertirse en una salchicha, consulto su reloj. “Llegue temprano”, pensó Dara. Dos minutos después, entro al ascensor con ella iban cinco personas más.
-Al piso 13 por favor – le solicitó amablemente a un desconocido cerca del control del ascensor.
“Esto se siente como una película de suspenso… ojala, esta cosa no se quede quieta”. Dara movió la cabeza para alejar sus miedos y pensamientos negativos, no necesitaba, que preciso ese día le diera un ataque de nervios como los que sufría de niña y que ahora aparecieran frecuentemente desde que se había casado con Dong. “Él era diferente, me enamoré de un mentiroso que fingía protegerme y lo único que quería era protegerse a sí mismo…Vamos unos cuantos pisos más” se dijo con impaciencia. El clic de la puerta abriéndose en el piso 13 la alivió.
Sandara salió del ascensor como si un muerto la estuviera siguiendo, Camino hacía una joven secretaria de cabello color cobrizo y largo, con los rasgos asiáticos muy acentuados en la parte de sus ojos. “Chae” llamó mentalmente la castaña al recordar a su amiga “tus ojos son como los de ella… Dios si me sonríe me muero”.
-Buenos Día ¿le puedo colaborar en algo? – dijo la joven con una mirada franca.
-Buenos días, mi nombre es Sandara Park, tengo una cita con Mr Hyuk – le contesto con rapidez la castaña como si se le fuera a ir el aire o peor, el coraje.
La secretaría observó el rostro joven de la persona enfrente, a su parecer era hermoso pero triste, casi resignado “no es feliz”.
-Permítame un momento por favor. ¿A qué horas tiene su cita?
-A las 9:00 am- le contesto Dara consultando su reloj, luego miró a la joven que hacía su trabajo concentrada.
“Parece tan feliz. ¿Le gustara su trabajo? ¿Tendrá pareja?, es muy bella. ¿Qué se sentirá besarla?, tiene unos labios muy provocativos… como los de ella”.
-Srta. Park, Mr hyuk dice que la recibirá en un momento por favor siéntese – le dijo la secretaria señalándole el espacioso sofá.
-Oh! Muchas gracias.
-¿Se le ofrece algo de tomar?
-Un té, por favor
-Vuelvo en un minuto
-Pueden ser dos, no se preocupe – le dijo Dara de manera coqueta, la chica no reacciono.
“No es ella”.
Camino al sofá con paso cansado y se sentó.
“Cuero, odias los sofás de cuero” Dara se acomodó y escucho el chirrido propio del material, se rio mentalmente “Ya sé porque los odias mi Chae, son una porquería”. La castaña cerro los ojos imaginando la cara de su amiga, el gesto de disgusto, como frunciría la nariz como un cerdito “Dios mío, como la extraño, Te amo tanto, rubia estúpida”. Sandara abrió los ojos y una nube borrosa provocada por las lágrimas que comenzaban a nacer no la dejaban ver. ‘’Por qué no me di cuenta antes?, ¿por qué cometí este error?
-Su bebida, Srta. Park
-Gracias – le contestó Dara a la secretaria mientras recibía la taza y se limpiaba los ojos con el dorso de la mano.
-¿Se encuentra usted bien?, ¿puedo ayudarle?- le ofreció la chica con preocup
Comments