CAPÍTULO 13 

Random Music 

El día de su encuentro/cita/reunión con Jongdae llegó. Se tomó la molestia de ir a comprarse ropa nuva (y ya que estaba en el centro; ir a lavar la poca ropa que tenía) en la sección de ropa para hombre en un supermercado. Jamás había ido a un lugar como ese para comprar su ropa, pero considerando su cartera y sus ganancias, eran precios que no se podían dejar pasar por alto. Hasta se sintió emocionado cuando se probó la sencilla camisa que pudo rescatar entre tantas desgracias para el mundo de la moda.

De hecho se veía bien, no como cuando estaba en la Universidad, esa juventud no la tendría otra vez, pero si lucía atractivo, tanto  que algunas personas se detuvieron un par de segundos extra solo para verlo.

Y quiéralo o no, eso levantaba su autoestima y confianza.

Además, llenar su tiempo con tareas mundanas le restaba horas de introspección al porque estaba tan emocionado por ir a una cita con Jongdae…

No quería pensar en eso.

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Una sencilla noche a inicios del invierno, fría y seca. Postes de luz se erguían a cada lado de Junmyeon como una caravana de enormes luciérnagas, zumbando y alumbrando la calle llena de personas que pasaban cada una en su propio mundo.

Junmyeon estaba parado a la entrada de una tienda cerrada, con las manos en los bolsillos y la mirada clavada en el piso, demasiado atemorizado para fijarse en las calles y ver el momento preciso en que Jongdae caminara hacia el.

No había salido con nadie en mucho, mucho tiempo, casi 5 años, tras ellos solo había nueve años de fracasos y cansancio. En él había un gran temor de que fuera igual que las otras veces, más decepciones y gente que prueba no valer su tiempo.

Es extraño volver a sentirse un lobo joven con los mismos sentimientos, nerviosismo y dudas, como si los años no hubieran pasado sobre su piel y la vida en su alma, solo era Junmyeon intentando nadar contra la corriente, situaciones y sucesos que habían sido tan claros hasta ahora, su vida planificada de inicio a fin y cada cosa que se propuso lograda y mejorada, y nada de ello lo había llevado a este exacto momento, había retrocedido en el tiempo y volvía a estar con su “mejor amigo”.

Aspiró más fuerte de lo necesario y la garganta le dolió. Tosió para quitarse la incomodidad, pero un par de zapatos, pequeños pies que conocía perfectamente, se pararon delante de él, abiertos en 60º y pantalones que dejaban ver parte de los tobillos.

Lentamente levantó la vista para encontrar el rostro alegre y calmo de Jongdae.

Como verlo por primera vez.

Escuchó el corazón latirle en los oídos mientras sus orejas se llenaban de sangre y se ponían rojas, también sus mejillas y la punta de los dedos. No pudo ocultarlo, era uno de los problemas con la piel tan clara.

Comenzó a sentirse nervioso, como un chiquillo que apenas entiende del romance y el amor.

Quería preguntarle a Jongdae porque lo hacia sentir así, incómodo e intranquilo, mal y feliz. Arrepentido de todo pero agradecido por todo, como si no tuviera la edad que tiene y que no le importe estar mirándolo asi, como si fuera lo más hermoso y aterrado de mundo….. y tal vez lo era, tal vez Jongdae era lo más hermoso y aterrador que hubiera entrado a la fuerza en la vida de Junmyeon.

-¿listo?...- pregunto Jongdae, en un terso tono profundo que entró a los oídos de Junmyeon en una pequeña carga eléctrica.-

Junmyeon asintió incapaz de decir algo.

Caminaron por algunos minutos en silencio, viendo las tiendas abiertas en ventas nocturnas y las luces de finales de noviembre, decorando árboles porque halloween ya es historia y la navidad solo llega una vez al año. Las calles lucen llenas de vida aunque Junmyeon las ha visto mil veces desde su oficina, es muy diferente poder caminar en ellas y contemplar la iluminación. El enfoque es distinto. Mucho más agradable.

Siente la mano de Jongdae rozar contra la suya y en una intersección, Jongdae toma su mano para poder cruzar la calle. Junmyeon observa de reojo a Jongdae asir su muñeca sin lastimarlo, pero con la fuerza para que el agarre sea firme.

Jongdae se da cuenta, mira a Junmyeon a la cara unos instantes y en ese corto tiempo decide que no importa. No hay reticencia en el porte o en el aroma de Junmyeon, es bienvenido a hacerlo de nuevo, y por dentro Jongdae sonríe, está siendo inapropiado cuando entrelaza sus dedos con los de Junmyeon.

La sensación de sus dedos calientes y callosos es tersa y entumecen cualquier dolor en las manos de Jongdae. Como abrir un viejo álbum de fotos, todos aquellos momentos dignos de retratarse, eso es Junmyeon para Jongdae, un montón de recuerdos que no terminan y miles de sensaciones que han sido las mismas, pero lo impactan de mil formas diferentes.

El silencio es cómodo entre ellos cuando llegan a un pequeño comercio, el cartel es de madera y cuelga unos centímetros por encima de la cabeza de Junmyeon. La puerta es angosta y da a un largo pasillo, Jongdae camina tras Junmyeon hasta que llegan al verdadero restaurante, solo un par de personas además de ellos están sentados comiendo, una mesera joven jugando con su celular en la pequeña mesa que funge como recepción, sin prestar mucha atención a los clientes nuevos.

Cuando lo hace, un chispazo de remembranza cruza por su mirada. Les sonríe a ambos antes de señalarles una mesa en una esquina apartada, pero con un foco encima que alumbra perfectamente la mesa sin lastimar la vista.

-Gracias, Krystal.- dice Jongdae cuando están los dos acomodados en la mesa.-

La muchacha, de cabello castaño y largo no sonríe, pero asiente con la cabeza, mostrando de cierta manera alegría con su postura y aroma pacífico.

Están frente a frente, viéndose los rostros, Junmyeon no lo siente incómodo, solo tiene la idea de que debería ser incómodo. Se obliga a tomar un menú y mirarlo para cortar contacto visual con Jongdae.

El no se lo permite, toma el menú de un costado y lo baja hasta devolverlo a la mesa.

-Hay algo que quiero decirte. Pero no puedo si tu cara la tapa una promoción de martes 3x2…-

Junmyeon gira el menú, hay una enorme foto de un tazón de ramyeon. Se ríe en voz baja porque la foto es horrible y la oferta es de verdad, 3x2… podría traer a Chanyeol y Kyungsoo a comer ahí.

Jongdae mira a su pareja revisar el menú, ya no lo levanta, pero sigue sin voltearlo a ver. No se entera que una pequeña cantidad de beta llega a Junmyeon y ordena que lo mire a los ojos, Junmyeon lo hace, confundido.

Su expresión es más tierna de lo que Jongdae puede tolerar, con los ojos abiertos como dos tazones y su pequeña boca en un puchero natural, las mejillas rosadas y la piel pálida. Junmyeon es tan atractivo, no sabe como logró que alguien como Junmyeon pudiera fijarse en el.

Estira la mano para sostener las de Junmyeon sobre la mesa.- voy a dejar mi trabajo….

A la distancia Krystal acomoda unos vasos de vidrio sobre una bandeja, algunos chocan, el sonido es estrepitoso y hace que Junmyeon brinque en su asiento, nada extremo, pero si pone en Jongdae una sonrisa juguetona.

-No sabía que te sorprendería tanto.

Junmyeon quiere darle un golpe ninja en la nuca. Pero en su lugar dobla un dedo de Jongdae hacia atrás hasta que el más joven se está quejando por sus viejas articulaciones.

-¿Por qué…?..- pregunta Junmyeon, sin entender a donde va la plática, normalmente ese es un signo de que todo irá mal cuando está en una junta.-

Jongdae no luce seguro de seguir hablando, siente las palabras atoradas en la garganta, no quieren salir, pero el las obliga.- me ofrecieron un puesto en otra empresa, me pagarán más. El horario es de 10 horas al día, pero ganaremos más dinero y podrías…- acaricia los dedos de Junmyeon, buscando consuelo a lo que va a dejar y seguridad para lo que va a decir.- regresar a casa.- toma aire y mira a su pareja a la cara, Junmyeon lo mira en silencio y estudia sus expresiones, sabe que recorre su rostro para detectar cualquier rastro de mentira o juego.- Hablo en serio, Junmyeon. Tenías razón, no hemos hecho lo suficiente para tener una vida mejor, podríamos conseguir una casa propia o un refrigerador que no gotee si yo hubiera puesto más empeño. No es la vida que te mereces aunque prometí hacerte feliz, debí saberlo antes, Junmyeon….- aprieta una mano de su pareja entre sus dos manos, ansiando más, siempre más.- perdóname…-

El aire se empieza a llenar de melancolía, fuerte y espesa, se convierte en humedad y luego en gotas en los vidrios. Junmyeon no sabe cuando comenzó a llorar o a doler, el rostro se le lleno de lágrimas y en el pecho, una sensación ahogada de tristeza se acuña, consumiendo a Junmyeon lentamente.

Se da cuenta de la manera tan pura, infantil y tonta en que Jongdae lo ama. Hasta el punto de dejar un trabajo que se nota le gusta y disculparse por las cosas estúpidas que salieron de la boca de Junmyeon como si fueran propias. Es tan tonto por no pensar en si mismo, por querer darle a Junmyeon todo lo que no merece.

Pero es más tonto Junmyeon por sentir algo muy parecido, algo que había estado ahí todo el tiempo, por encima de lo que el lobo quería, todo el tiempo fue Junmyeon esperando por el momento de volver a ver Jongdae…

Debió haberse tragado el orgullo.

Debió tocarlo y abrazarlo y sostenerlo entre sus brazos.

Debió cuidar al beta frente a el, a su interior endeble y frágil que solo quiere hacer feliz a su pareja.

Debió haberse dado cuenta...

Porque todo eran tonterías, Jongdae no estaba a la altura y esa era la realidad. Jongdae nunca sería un alfa, Jongdae no podría seguirle el paso, Jongdae iba a ser una carga en su vida, Jongdae no tenía nada que ofrecerle, Jongdae es todo lo que Junmyeon no puede tolerar en una persona….

Jongdae es el único que sacrificaría tiempo con sus hijos y horas de descanso por el, Jongdae y solo el haría algo así por Junmyeon.  

-no lo hagas…- dice finalmente entre sollozos ahogados, con el cuerpo temblando por liberar todas las tristezas en un único acto catártico.- no tienes que hacerlo…-

Jongdae parece listo para rechazar cualquier argumento que tenga Junmyeon, pero el lo detiene.- A ti te gusta tu trabajo, te gustan las cosas como están, te gusta recoger a tus hijos en la tarde y despedirlos en la mañana…. ¡Yo soy el que debería disculparse! ¡No entendía en ese momento, no lo vi y fui tan…¡tonto!! Soy un completo idiota por no darme cuenta…-

Duele físicamente cuando no están juntos, hasta que puede encontrarse con Jongdae entiende que ese estado de incomodidad no es natural, los lobos no deben de estar así, y solo con el beta puede ser quien realmente es, sin estrés, sin dolor.

Jongdae no sabe que hacer, nunca había visto a Junmyeon reaccionar tan mal a una noticia, el llanto no cesa y tampoco sus quejidos de amargura, los otros dos clientes dejan el restaurante rápidamente cuando es obvio que Junmyeon no va a detenerse.

Jongdae lo sostiene contra si, esperando que se calme, crea a su alrededor una protección contra otros lobos, contra el mundo exterior, su lobo se levanta, quemando en el pecho de Jongdae mientras parece decir que el está ahí y va a cuidar al omega.

Se sienta al lado de Junmyeon, ignorando la comida y la mirada preocupada de Krystal. Solo un poco más, unos minutos más, quieren ser solo ellos dos, en su incomodidad, tristeza y alegría.

Luego de varios minutos Junmyeon levanta la vista, tiene los párpados inflamados y la cara roja e hinchada, lágrimas secas dejaron un camino blanco en sus mejillas, pero luce más tranquilo.

Junmyeon está agotado y definitivamente mejor. Vuelve a respirar y hacerlo no lastima, aunque está seguro de haber sostenido más aire que la última vez, le duele la garganta y tiene la nariz congestionada y humedecida.

-Gracias…- le dice a Jongdae en voz baja, sin animarse a mirarlo.- Dae…-

Jongdae no responde, dejando para otro momento su sorpresa de que finalmente le diga “Dae” luego de semanas.

-Junmyeon… si no es el trabajo. ¿Qué sucede?? ¿Qué puedo hacer para que regreses?...-

Cada pregunta es como un ladrillo colocado en la espalda de Junmyeon, el peso lo dobla hacia el frente y su porte luce más cansado. Sus emociones están alteradas y llorar de esa forma luego de tanto tiempo no debe ser recomendable para nadie.

Pero ya no hay vuelta atrás, acaba de derramar todo lo que sentía sobre la camisa de Jongdae y no hay manera de que valla a olvidar esa escena.

Junmyeon coloca las manos en los hombros de Jongdae, sin dejar de ver sus ojos, es difícil hacerlo sin que le gane el remordimiento, sus dedos viajan hasta su pecho cubierto por un delgado suéter que marca suavemente la figura de su pareja. En la yema de los dedos la sensación de tocarlo es eléctrica y pequeña, como acercar las manos a una bocina vibrando a todo volumen, sin escuchar algún sonido.

El corazón se acelera en su pecho frio, no transmite calor, se roba el de Jongdae esperando obtener más, todo lo necesario del otro lobo. Acerca el rostro hasta que lo tiene a un respiro de distancia. Jongdae cerró los ojos automáticamente, las manos a sus costados no se atreven a tocar a Junmyeon por miedo a que vuelva a irse, a que decida que no es suficiente de último minuto.

Esos sentimientos parecían muertos desde hace tanto y ahora regresan con mayor fuerza, cada parte de Jongdae se convierte en una frágil lámina de azúcar, podría deshacerse entre los dedos de Junmyeon. Pero su pareja es tan suave y lo trata con tanto cuidado….para no destruirlo…

Y en el corazón de Jongdae crece la esperanza. Junmyeon besa la comisura de sus labios, quedándose ahí unos segundos probando el calor de Jongdae y la pequeña cuña al final de su sonrisa, delineándola lentamente para guardarla en su memoria.

No profundizan el beso, pero ambos sienten que no es necesario. Hasta que Junmyeon se separa y recuesta el rostro en el hombro de Jongdae.

-estoy cansado…- dice en voz baja, apenas se le entiende, pero Jongdae sonríe y asiente, tomándolo de la cadera para que no se valla hacia los costados o para que solo no se valla, no de nuevo…-

-deberíamos comer o te va a doler la cabeza…-

-Ya me duele la cabeza.- definitivamente llorar luego de años no es bueno.

Jongdae se ríe de él, Junmyeon sonríe en el hombro de su pareja, no está enojado, está tranquilo y no tiene fuerzas para nada más.

-Jongdae….-

-Dime…-

-Lo siento…- lentamente pasa las manos por la cadera de Jongdae, aferrándose a él, quiere tenerlo más cerca porque no sabe cuanto le durarán las energías. No sabe cuánto podrá decir hasta que Jongdae pregunte de que está hablando, pero necesita decirlo.- debí decirte que te necesitaba y…que sentía lo mismo pero … no podía retractarme en ese momento…-

-¿de que hablas, Junmyeon?....-

El mayor esta a punto de responderle pero una pequeña esencia que conoce muy bien lo distrae, gira para ver el cuello de Jongdae, lo tiene cubierto por el suéter, con un dedo baja la tela y mira la piel, en su mayoría impoluta con excepción de un par de manchas y lunares, hasta el inicio de la coyuntura entre el hombro y el cuello. Ahí hay una marca, una mordida discreta pero visible.

-¿Yo te mordí…? – pregunta Junmyeon aunque no es necesario, tiene su aroma impregnado en la cicatriz.-

-¿eh?....- Jongdae sonríe y luego ríe, con las mejillas más rojas de lo usual.- Si, ya sabes, fue el calor del momento, pero está bien… siempre me ha gustado esa cicatriz, además fue hace mucho tiempo y me agrada tener tu aroma a donde voy… ¿Hay algo malo con ella?...- no puede ver esa zona pero Jongdae hace esfuerzos.

Junmyeon se queda callado, mira la cicatriz intentando darle algo de sentido a lo que Jongdae acaba de decir. El mordió a Jongdae…. El, un omega, mordió a su pareja y lo marcó por el resto de su vida….

Es extraño porque es algo que el haría, el Junmyeon del otro universo, era su pequeño anhelo adolescente cuando se enteró para que servían las marcas, el quiso en ese momento marcar a su pareja, para que todos supieran que era suyo, su “alfa”, y que le pertenecía… no entendía porque solo los omegas tenían que ser marcados como si fueran mercancía con un código de barra.

Debían ser justos…

-No fue el calor del momento…Yo quería morderte.- afirmó Junmyeon, con seguridad.- quería morderte para que todos supieran que eres mío… -

Jongdae se pone aún más rojo si es posible, y no lo mira, tiene la cara puesta en la mesa y en la mala fotografía de un tazón de rammyeon.  

-¿No estás enojado?...-

Jongdae niega con la cabeza.- lo sospechaba pero nunca lo habías dicho de esa manera…- la seguridad verbal que ama de su pareja, una de esas cosas que aún está presente luego de tantos años. La misma voz mandona que puede sacarlo de sus casillas también puede hacerle sentir los pies como gelatina, falto de gravedad y de apoyo.- Me alegro…-

Junmyeon vuelve a recostarse sobre el hombro de Jongdae, pensando en el pasado y en las cosas que aún no puede saber, porque no sabe como preguntar...

-Jongdae… ¿puedo preguntarte algo sin que me mires como si estuviera loco?...-

Jongdae no está seguro de aceptar, pero lo hace de todas formas, diciendo “si” en voz muy baja.-

-¿Aún cantas?....-

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 Junmyeon había usado una estrategia barata, su versión de “pasar por una taza de café”, y quien sabe si contaba, porque esa era “su casa”. Pero en ese momento, frente a la puerta gris, no había mucho que hacer para recriminarse su falta de creatividad.

Jongdae tampoco lucía avergonzado, había sido su idea la de volver al departamento para mostrarle las canciones que había grabado recientemente, tal vez sabía a que jugaba Junmyeon o tal vez no. Pero ambos jugaban un papel muy convincente en sus roles de no saber nada de a donde querían que llegara todo.

Jongdae lo miro por encima del hombro un instante antes de abrir la puerta y encender el foco del recibidor.

Todo estaba como Junmyeon lo recordaba, los zapatos al lado de la puerta, la pequeña sala con los sillones incombinables, la televisión antigua y el refrigerador que goteaba y hacía ruidos extraños. En la oscuridad las cosas lucen más calmadas, no está el aroma de los niños.

-¿Dónde están Chanyeol y Kyungsoo?...- pregunta Junmyeon, deteniéndose un segundo de quitarse los zapatos.-

-Los dejé con Luhan y Minseok, todavía me debe una desde aquella vez en el cumpleaños de Minseok hyung. – Jongdae se quita los zapatos con un pequeño sonido que sale del pecho, aire atorado en su garganta hasta que no pudiera deshacerse del calzado.-

Siguió a Jongdae hasta la habitación que compartían.

Dentro estaba el aroma de ambos impregnado en las sábanas, en el colchón y en los muebles alrededor. La cama estaba hecha y no había nada en el piso, se veía pulcro y acomodado.

-Aproveche para limpiar…- dice Jongdae, entrando a la habitación tras el y cerrando la puerta.

Abre el closet de madera a un costado de su cama y saca una caja negra del tamaño de media maleta, pero más ancha  y tiene ruedas a los costados. Jongdae la pone en el piso para poder zafar los seguros.

Dentro hay un par de bocina, filtros de ruido, audífonos y micrófonos, algunos muy viejos y de diseños antiguos.

-Ya tienen polvo…No los había sacado en un rato…-

Toma un par de audífonos, enrolla el cable en su mano y acomoda todo, dejando la caja tal y como estaba. De otro cajón en el closet saca una computadora portátil.

Luego ambos toman asiento en el colchón de la cama.

-No he tenido mucho tiempo para escribir cosas nuevas, así que me entretuve con covers, son divertidos…-

La página de inicio dura más de lo necesario, les da tiempo para platicar que no toman, se quedan mirando la pantalla, cada uno metido en sus pensamientos hasta que la pequeña canción de inicio los despierta.

-toma, pontelos…-

Fuera de tardar eones en volver a prender, los programas corren con eficiencia y abren un par de archivo que lucen muy pesados. Junmyeon solo ve rayitas de colores y bloques grises, no entiende el nombre del archivo o el programa.

Jongdae parece si entender y con mucho cuidado selecciona una parte específica del archivo y la subraya en azul.

-Quiero que escuches esta parte…-

Es una balada, lenta y pausada donde la voz sale tersamente de la garganta, acomodando en un pequeño vals las notas una tras otra, entregándole serenidad al ritmo, reconoce la voz de Jongdae de inmediato.

Puede sentir en el cuello y la punta de las orejas como la voz de Jongdae acaricia el micrófono, ese pequeño rechinido contra el material y su garganta, lo que en otros causa desentonación, en Jongdae es una parte extra de su enorme gama de tempos y tenores. Tiene que tocarse la piel por encima del cuello de la camisa para detener los choques eléctricos que llegan como oleadas contra su espíritu, no sabe que pasaría si las deja correr libremente.

https://www.youtube.com/watch?v=RgKsjXhPB90

Una pausa se alarga mientras la tonada sigue y cuando reanuda, la voz que continua es la de Kyungsoo y Chanyeol, a diferente tiempo e intercalándose, hablando de la alegría de estar manchado por el amor de otra persona.

Aunque es una canción lenta, casi melancólica, Junmyeon sonríe y cierra los ojos para disfrutar de esas tres imponentes voces, Chanyeol tiene una voz increíble, apenas es un adolescente, pero su profundidad hace que vibren los dientes de Junmyeon, Kyungsoo aún posee la tonada inocente y aguda de los niños, una voz limpia y hermosa, mejora la canción, la vuelve propia para los Kim.

Termina pronto y en un susurro, la pequeña voz de Kyungsoo hablando con Jongdae preguntando si cantó bien. Junmyeon se quitó los audífonos mientras miraba el suelo sin saber que decir, aún digiriendo la canción y la letra. Jongdae mira el perfil de su pareja de reojo, esperando algo.

Nunca hubo una canción en que Junmyeon no dijera lo mucho que le gustaba y hablara sin detenerse de las partes conmovedoras. Era imposible que toda su música fuera un hit para Junmyeon, pero Jongdae apreciaba su gesto de hacerlo sentir importante, ya no intentaba sacarle respuestas sinceras, porque a su manera, esta era la sinceridad para Junmyeon.

Y mientras el silencio se alargaba, Jongdae comenzó a sentir nerviosismo, no era como antes, Junmyeon parecía diferente.  Jongdae jugó con sus dedos distraídamente, pensando que podría decirle, si usaría sus usuales palabras de cariño o si esta vez diría su otro tipo de sinceridad, la cruda y pesada que habla objetivamente.

-Los tres tienen tanto talento. Cuando Kyungsoo empezó a cantar ¡sentí que toda mi piel se enchinabal!, y luego Chanyeol se unió y la mitad del rostro se me durmió....- Junmyeon levantó una mano y se tocó juguetonamente la mitad del rostro.- pero la mejor parte es cuando cantaron los tres la misma estrofa. Estas canciones deberían ser parte de alguna película, tener su propio video musical. Jongdae, deberías dedicarte 100 porciento a la música….- progresivamente el rostro de Junmyeon se iluminó hasta que estuvo a un par de centímetros de levantarse del colchón y moverse por toda la habitación como hace siempre que está sobre emocionado por algo.

Jongdae se rie muy alto, asustando a Junmyeon, para dejar salir el nerviosismo de su cuerpo. – no pensé que te gustaría…-

Junmyeon no está seguro si lo dice de verdad o no.- Hay muchas páginas donde puedes hacer dinero u obtener donaciones con tu música, Jongdae. Está Kickstarter, patreon, esa página donde todo se cobra por cinco dólares, y hace unos años conocí a unos productores con los que hice un trato para promocionar un nuevo vino de marca en uno de sus dramas…-

La ceja de Jongdae se levantó a un más al escuchar  a su pareja mencionar las muchas cosas que había hecho; como firmar contratos y hacer llamadas importantes con grandes productores discográficos. ¿cuándo había pasado todo eso?? ¿De qué hablaba Junmyeon?... no hizo mucho hasta que vio a Junmyeon entrando a una de esas páginas de dinero ”gratis” y entonces tomó la computadora de sus manos, levantándola por encima de su cabeza.-

-¿Sabes que quiero de verdad?? ¡Dormir!... – y sonrió, para calmar la emoción de Junmyeon. Agradecía todo, de verdad, pero la realidad es que no era tan bueno como deseaba y  estaba seguro que nadie pagaría un solo won para escucharlo berrear por tres minutos.-

La vida de cantante no era lo suyo y Jongdae lo sabe, no quiere que Junmyeon alimente esos viejos sueños de grandeza y deseos de cantar. Es mejor así, se dice a si mismo. Porque hace mucho decidió no seguir en ese camino, aunque Junmyeon es constante en pedirle reconsiderarlo. Al final del día no está seguro de nada y solo quiere que las cosas sigan su curso normal, el curso que han tenido toda su vida.

Junmyeon tiene un puchero mientras mira a Jongdae sostener la computadora fuera de su alcance, Jongdae no puede evitar agacharse para picarle las redondas mejillas, como un par de pelotas bajos sus cachetes.

-No hagas esa cara, te saldrán mas arrugas. ¡A nuestra edad estamos a un paso de ser pasas, Jun!...-

Con naturalidad planta un beso en los labios de Junmyeon, sin dejar de sonreír, casi perdiendo los ojos en dos pequeñas cuñas llenas de arrugas de alegría, como el las llama.

Junmyeon registra el movimiento y la cara de Jongdae, el calor que sale de sus labios y como se queda en el unos segundos después de que se ha ido. La felicidad está muy marcada en el rostro de Jongdae, como si lo acompañara a todos lados.

No quiere sentirse así, pero un poco de calor sube a sus mejillas.

Perfecto, tiene 22 años de nuevo….

-Jongdae…-

-umm….- Jongdae deja de sonreír, porque Junmyeon ya no está haciendo el puchero.-

-¿Podría…quedarme a dormir aquí hoy?...-

Jongdae el aire atrapado en sus pulmones, casi se ríe, pero la risa queda ahogada tras una bella sonrisa de largos colmillos y labios delgados que Junmyeon no puede evitar admirar.

-Esta es tu casa, Junmyeon. No tienes que pedirme permiso para quedarte.-

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El aire entre ellos es extraño, una sensación de duda que no llega a ser incómoda. Junmyeon mira a Jongdae, acostado frente a él, observa su reflejo en esos ojos oscuros.

Aún no deja de sorprenderlo lo bien que se ha conservado Jongdae con los años, como su recuerdo ha cambiado tan poco. O tal vez…solo tal vez, es Junmyeon quien no puede ver el cambio y el estrago del tiempo en ambos.

Cada día que pasa, se da cuenta que la cicatriz, las arrugas y manchas en sus manos por usar fuertes líquidos para lavarse los brazos se sienten más familiares. Ya no queda frustración ni enojo, solo el y las cosas que puede cambiar en su vida por si nunca regresa a su mundo.

Nada es tan malo como lo imagino.

-¿Luhan no te ha hablado?...- pregunta Jongdae luego de unos minutos en silencio, aún recorre el rostro de Junmyeon con la mirada.-

Junmyeon niega.- No ¿Por qué?...-. Luhan parece amable pero no sabe si tienen una relación mas cercana, como para que Junmyeon lo llame hyung. Sabe muy poco de Luhan si se sincera.

-Pues…. Después de lo de Chanyeol pensé que estaría tras de ti todo el día.-a Jongdae se le escapa la risa, Junmyeon lo mira confundido.- yo si que estuve jodiendo a Minseok hyung. Que bueno que el no es rencoroso.-

Puede que Junmyeon esté más tranquilo con su vida actual, pero aún hay cosas que quiere preguntar con desesperación.

-Tal vez Minhyung los tiene ocupados…-

Jongdae sonríe para alivio de Junmyeon, no ha dicho algo extraño otra vez.

-Tienes razón… nosotros casi no teníamos tiempo para salir de casa. ¿Te acuerdas cuando Chanyeol se cayó del pasamanos en la primaria? ¡Nunca había visto tanta sangre en el piso!...-

Junmyeon no piensa si es correcto que se ría pero sin darse cuenta tiene una sonrisa en la cara, no por lo que pasó sino por culpa de Jongdae.- ¿Por qué eres asi??!! ¡¿Por qué cuentas así las cosas??!.- aunque sea de juego quiere sonar enojado y es imposible, la risa se le sale entre cada pregunta.

Jongdae sonríe con la desesperación de su pareja, en lugar de defender su postura de alivianar cualquier noticia, abre los brazos y atrapa a Junmyeon en ellos, acunándolo en su pecho, no hay resistencia de parte de Junmyeon, solo un largo suspiro y más risas con gruñidos de frustración.

Porque Jongdae es frustrante, Junmyeon no tiene otra razón para gruñir que no sean las maneras de su pareja.

-Siempre haces eso, desde la universidad…-

-Era mi arma secreta para seducirte. Entré como un ninja en tu corazón, Junmyeon. Entré, me di un baño, cocine una rica cena, pague el enganche, los dos primeros meses, compre muebles nuevos, un refrigerador y luego todo el inmueble…a pagos mensuales y aún no acabo.-

Junmyeon ya no se quería reír, pero Jongdae podía decir la cantidad suficiente de cosas para hacerlo estallar de risa. Apretó los puños en la ropa de Jongdae y mientras reía, se acercó poco a poco.

Las manos de Jongdae rodearon su menuda cadera, un toque suave, apenas se sentía, pero dejaba una marca sobre la piel de Junmyeon.

Decidió ignorar la forma como su cuerpo reaccionaba a Jongdae, quería estar ahí otro momento, una hora más, un minuto más, tan solo un instante mientras durara la calma.

Cae dormido rodeado de paz interna que se cuela al exterior en forma de pequeñas sonrisas y caricias despreocupadas a los brazos de Jongdae, en un abrazo incompleto en donde ambos platican, o más bien, donde Jongdae habla mientras Junmyeon escucha.

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Wooahh.... 

Poquitos besitos, ya lo había dicho. nn

Gracias por leer, espero que el tamaño de los capitulos y las actualizaciones no sean muy sofocantes. 

Si tienen algún comentario me encantaría leerlo. <3  Nos vemos en 6 dias! <3