Chapter 6

Broken smile

Broken Smile

Capitulo 6: D.O

 

 

El muchacho salía por la ventana, de su habitación oscura y ordenada. Llevaba un peinado alocado, con mechones apuntando a distintas direcciones. El flequillo tapaba uno de sus ojos. Tenía puesta una remera negra, manga tres cuartos, ajustada. Y un pantalón ajustado, de jeans claro. Borcegos cortos, negros, con cordones grises.

 

Dio un salto hasta la barandilla que separaba la casa con la calle. Bajó con cuidado, y corrió hasta la entrada, y con un ruido chirriante cerró la puerta de fierros negros.

 

Corrió por las calles, dejando ecos detrás de si. Musitando la espera larga de la penumbra lunar.

 

Llegó hasta una avenida y esperó un taxi. A los cinco estacionándose cerca de él. D.O le indicó hasta donde lo minutos de espera, un taxi a lo lejos le hizo luces, debía llevar, el chofer le pidió un autógrafo para su hija, con el mismo nombre de él. Al leer el informe detrás del asiento, se dio cuenta de que era en verdad para él, confirmando la teoría. Rió con sutileza.

 

Muy visible, un edifico de ladrillos blancuzcos, con una entrada iluminada por dos faroles. Una luz amarillenta, haciendo notar lo descuidado de varias mujeres, lo mas factible, con maquillaje barato. Ellas de seguro no entrarían a ese lugar.

 

Tampoco dejarían pasar a un grupo de chicos, que parecían esconder unas botellas de cerveza en el interior de la campera. Estaba prohibido entrar muy ebrios, y en todo caso, si no iban a consumir adentro, busquen otro lugar accesible para ustedes. Pensó reafirmando lo que decía el relator.

 

Unas niñas, notablemente menores de edad, pero muy altas y llamativas por las pequeñas prendas que llevaban puestas, ellas entrarían de seguro sin problemas. D.O sabía perfectamente que clase de personas entraban en este lugar. Era muy observador. Sin embargo, no el importaba mucho quienes entraban y quienes no.

 

Caminó hasta la muchedumbre impacientes por entrar. Él, por ser Do KyungSoo, entró saludando con un fuerte apretón de mano a cada guardia del boliche.

 

Dirigió su ser a la pista de música electrónica. La gente se movía, no bailaba. Hipnotizados, como sirenas en el mar.

 

D.O buscaba a ciertos acompañantes: a Nakama Junta, un japonés muy atractivo, de 26 años. Siempre vestía con mucha elegancia. El otro compañero de salidas era, nada mas, ni nada menos que Henry Lau. Ya era furor en Corea. Pues D.O tenia ese gusto en amigos.

 

Nakama lo acorrala desde atrás con los brazos extendidos. En una mano tenía dos vasos de vidrio, en su interior, un liquido rosa, y en el fondo, algo mas espeso, de color violáceo. Sin previo aviso, le inserta uno de los vasos en la mano.

- ¡Tardó mucho! – Lo enfrentó, haciéndole lugar al segundo integrante: Henry. Éste paseaba la retina por el pelo de KyungSoo – No sabe lo insoportable que fue la espera de usted... – Miró con una mueca de superioridad al pequeño chino, y señalándolo con el pulgar – No paró un segundo de presionarme que lo llame para apurarlo.

- ¡Oi!, ¡Oi! Saben perfectamente lo difícil que es para mi salir de esa covacha – D.O mantenía el ceño fruncido – Y peor cuando se que tal vez haya alguno despierto – Suspiró – ¿¡Saben lo que me harían si se enteran!?

- Le meterían un palo en el hueco tras... – Henry espetó melódico.

- Peor aun... – Sus ojos salieron de sus orbitas – Kris me la tiene jurada... Me obligarán a dormir con Chen.

- ¿Pero que tiene de malo dormir con Chen? Es justamente Chen... – D.O no evitó la interrupción a Nakama descaradamente.

- Esto no se lo cuenten a nadie... ¡Pero a nadie! – Tomó aire, presionó su corazón con dedos punzantes, esperó que los otros dos le prometan, con señas, que no dirían absolutamente nada – Chen... – Su voz quebradiza se convirtió en un hilo agudo – Chen... – Sintió que iba a vomitar en ese instante, lo iba a liberar vomitando – Moja la cama – Sintió un gran alivio al expulsarlo – Pero no la moja con orina... ¡You know! - Los otros cruzaron miradas confusas, esperaban un mejor argumento para tanto acting.

- Bueno... que mal, amigo, lo lamentaremos por usted... ¡You know! – Nakama se animó a hablar con sarcasmo a la situación.

- Pero... ¿Esta cien % seguro de que no tienen ni idea de lo que hace? – Entrecerró los ojos el chino al hablar – Digo... siendo varios con quienes convive – D.O abrevio palabra alguna, encogiéndose de hombros. Dejando de lado el tema, recuperando la hermosa sonrisa.

 

Se dignó a poner en marcha un bailoteo puro. Él hacia vibrar el suelo mientras danzaba, apretando sus ojos, sintiendo el sonido, éste quien lo acompañaba. Cada movimiento. Henry y Nakama no se quedaban atrás, ambos bailaban muy sensual la electrónica.

 

El japonés clavó la mirada en una muchachita, que tenía alrededor de 18 años. Sus facciones obviaban la región de donde provenía. Le devolvió una linda sonrisa mostrando una dentadura perfecta, con labios rojos carmesí. Lucía un vestido ajustado de color negro, donde entraba con mucha suerte. Sus senos abundaban ese pequeño vestido. Era algo que a Nakama lo volvía loco. Él la llamó con un el dedo, y luego frotando su torso con ambas manos, mordiendo su labio inferior, sin quitarle la mirada penetrante. Ella se acercó con movimientos delicados, su piel dorada, sus ojos semi-redondos color café. Ya a su alcance, chocaron sus cuerpos, junto con un beso hambriento, desapareciendo entre la multitud.

 

Henry se dedicaba a contemplar la gente que entraba al sitio. Miraba cada tanto la expresión serena de D.O al bailar. Parecía estar en transe. En una anémona que contenía su estado armonioso.

 

Nakama volvió después de un buen rato, con mas vasos que contenía un liquido azul, de fondo negro. Los repartió a sus dos amigos.

- ¡Brindo por Carlita... – Decía arrastrando las palabras – Quien me deja el... – Señaló su o con ambas manos torcidas, desvergonzadamente – Así...! – Brindaron y bebieron todo el contenido de un solo trago. Nakama estrelló el vaso de vidrio en el piso. Logrando gritos de las mujeres que estaba a su alrededor.

- ¿¡Ya esta borracho!? – El japonés le devolvió una mirada incrédula a Henry.

- ¡Nooo! ¿Sabes cuanta Cindor me hace falta? – D.O reposó el vaso vacío en uno de los parlantes, para luego acercarse y enfrentarlo a su compañero ebrio.

- ¿¡Que se hace el hígado de acero!? A usted le hace falta absoluta sinceridad y modestia – Dijo D.O con dificultad, ya que el alcohol le estaba haciendo efecto a él también. Henry le devolvió una rápida mirada, y éste asintió – Voy a pedir un Cuba Libre ¿Usted quiere? – Hizo un movimiento con la cabeza, dirigiendo la acción hacia el chino.

- A él – Henry señaló con el dedo a Nakama – No le de más de tomar... después yo me debo hacer cargo de él – Lo miró despectivamente – Y si está muy ebrio... no creo poder llevarlo en ese estado ¡You know! – Rieron, y el japonés golpeó el brazo del Henry. Alejándose un poco de éste, acercando sus labios a la oreja de KyungSoo.

- Yo estoy espectáculo... tráeme a mi un wiskcola – Dijo en un susurro. Una carcajada nació del interior del coreano.

- ¿Espectáculo? – Tropezaba las palabras con la risa.

- Y si... soy un espectáculo – Le sonreía exageradamente, como también lo hacía ChanYeol, sin haber tomado nada en particular.

- Espectáculo es el que va a hacer cuando lo echen a patadas de aquí... si sigue tomando así... – Henry levantó su mano a la altura del rostro de Kyungsoo, haciendo que éste calle.

- Deje de lado sus frases homouales y vaya a comprar su trago, por favor – Se lo notaba alterado y cansado. D.O se alejó de ellos ante tal agresiva reacción de su amigo.

 

En la barra, mientras que esperaba su pedido, una niña de mas o menos 23 años, bastante bajita, con cara angelical, y unos enormes ojos azules, tan irreales que éste se perdió en ellos. Ella levantó su copa y esperó a que él haga lo mismo. Tomó justo su trago que acababan de terminar de hacerlo, y levantó el vaso, imitando la acción de la niñita. Bebieron al mismo tiempo, sin despegar sus ojos, uno del otro. Avanzaron lento, después de lejanos coqueteos. A ella le brillaban los tímidos ojos. Toma uno de los vasos que estaban sobre el mármol, y se lo da inclinando la cabeza hacia él. Éste sorbe el contenido, sin saber que era. Parecía agua, pero el color delataba un fluorescente rosa. Dio un par de sorbos y se lo devolvió, secándose la comisura de los labios con el dedo índice. Ella le niega con la cabeza, y se lo otorga nuevamente.

- E-s...to – La pequeña tartamudeaba de la timidez – Es todo tuyo.

- ¿Qué? – Él se sintió estúpido pidiendo que vuelva a repetirle. Ella se le acercó aun más, manteniendo una corta distancia.

- Es todo tuyo – Su voz era suave y delicada. Le temblaba cada silaba.

- Gracias – Dijo susurrándole muy cerca de la oreja - ¿Cómo es tu nombre?

- V-vanilla – Sonrió formando dos media lunas como ojos – Tu... tu te llamas... ¿Cómo te llamas?

- Kyu – Mintió por su seguridad. Dejó de lado sus ojos para devorar con la mirada sus labios carnosos de color rosa. Ladeó su cara para luego acercar su boca a la de ella. Robándole un suave beso. Ella apretaba sus enormes ojos, ruborizada por los delicados labios de KyungSoo. Vanilla abrió insegura la boca. Él sin pensarlo introdujo su lengua, explorando la de ella. Saboreando la Burundanga que compartieron esa noche.

 

Le invadía el calor de los rayos solares que golpeaban con violencia la mañana, después del día anterior. Sus cabellos enmarañados, adornados de tierra y trasnoche. D.O se ladeó quejándose por la incomodidad del suelo firme, tapando sus ojos con el antebrazo. Abre un solo ojo, acechando donde se encontraba. Su vista era nublada. Volvió a quejarse, maldiciendo en voz alta. Un sonido proveniente de una maceta detrás de él, ubicada a poca distancia de su cabeza. Giró sobre su propio eje, y reptó con dificultad y sin ganas con la ayuda de sus manos, al reconocer el ringtone de su celular. Alejó el móvil, leyendo la parte superior de la pantalla, que tenía un mensaje nuevo. Lo abrió al instante.

 

Ice lo k pude para k yegue vien a su casa. Yameme cuando este consiente. K vuena culiada le an pegado hahaha”.

 

Finalmente, por fortuna, se percató que se encontraba acostado como animal sobre las tierras del patio de su casa.

 

No llevaba la remera, ni el pantalón. Y al sentirse tan descubierto, corrió hasta el patio techado, tapando su o de la posible visualización, en medio de la naturaleza.

 

Sigilosamente acercó su cuerpo desnudo a la puerta trasera de la casa. Un sonar de la manija de la puerta lo exaltó, dándole un vuelco a su corazón.

 

Por suerte se trataba de ChanYeol, que sostenía una taza de té con leche. Se observaron por más de un minuto, ChanYeol, por su lado, lo hacia de arriba abajo, con buenos motivos. Parlotearon ciegamente y sin vida. El chico alto abrió la boca para despojar lo primero.

- ¿Qué haces desnudo? – Arqueó las cejas, con preocupación – Y... y... ¿Por qué tus calzones están en la heladera? – Mantenía la taza estática – Y...y... – Fue interrumpido con intenciones por el nudista parado enfrente de él. Meciéndose nervioso de un lado a otro.

- ¿Podrias callarte? Siempre opinas para hacer sentir mal a las personas... – Esas palabras azotaron el alma de ChanYeol, pero éste siguió manteniendo la postura de siempre: con una gran y radiante sonrisa mañanera – Me duele la cabeza, y no recuerdo nada... – Se apretó la cien con dos dedos juntos – ¡No se porque estoy desnudo!

- Tranquilo... – ChanYeol posó su brazo en su hombro. Le sonrió.

- Yo... – Su mirada se fue, cuando divisó a Kris bajar las escaleras – Me voy ya al médico.

- Pero... estas desnudo – El alto elevó una ceja.

- Si... si, problema mío – Dio media vuelta, tomó el jeans que yacía en el suelo, lleno de tierra y vómito.        

 

 

Lay jugueteaba con los cabellos de LuHan. Los acariciaba, y gemía mientras lo hacía.

- Si no fuese placentero, lo golpearía... – LuHan sonriendo de lado a SeHun – Lo juro – Lay dio un quejido.

- ¿¡Que te haces el hetero ahora!? – Sonó más gay de lo habitual.

- Recordemos que yo soy de SeHun, amigo... – Ladeó la comisura de la boca. Lay chasqueó la lengua.

- Ya se que es tu novio... pero – Tomó aire, y fingió la voz como un español - Me estoy excitando contigo – SeHun se paró de la silla con brusquedad – ¡Es chiste! – Rió con nerviosismo, tranquilizó el ambiente y volvió a abrir la boca – Y... ¿Ya formalizaron? – La parejita cruzaron veloces miradas al instante.

- S-si... – SeHun se encontraba con un rostro teñido de rojo. Y ni hablar de LuHan quien lo teñía un color bordó.

- O sea que ya se han dado un beso ¿No? – Volvieron a juntar miradas. Éstas bastantes incomodas.

- ¡N-noo! No es nes... – SeHun fue interrumpido.

- Lo es... – Lay agachó la cabeza, parecía avergonzado – Es sumamente importante, para sellar su amor – Suspiró densamente – Si aun no lo han hecho, hoy es hora de hacerlo – Ambos se sentían más incómodos que nunca. Nuevamente volvieron a cruzar sus miradas, y sonrieron con un temblor en la mueca, esperando que alguno de los dos de el primer paso – LuHan... – Éste lo observó atento – Ya que sos el mayor en la relación... – Dio un paso hacia delante, donde se encontraba el glorioso amor – Vos tenes que dar el beso ¿Okay? – LuHan asintió con la cabeza. Volvió la vista a SeHun. Acercó su mano temblorosa a la nuca de su pequeño muchacho, y con un leve forcejeo para que se agache, para estar al alcance de sus labios. Tomó impulso y rozó su boca cerrada con la del otro niño. Sintieron el piso retumbar. Pero era la sensación de recibir el primer beso (al menos de SeHun). LuHan ya había besado a mujeres, pero jamás un beso con sentimientos. A pocos segundos, el mayor hizo mas presión sobre los labios del maknae. Hubo un rebote, volviendo a un beso con los labios separados, pero sin interactuar con las lenguas. El calor que dominó a ambos fue el motivo por el cual deshicieron el acto. Justo a tiempo, ya que Chen y BaekHyun aparecieron desprevenidos. Lay recordó un suceso que debía debatir con el resto – Niñas bonitas – Le guiñó un ojo a SeHun – No quiero causar alboroto, pero... creo que D.O es un... – Kai había aparecido en la sala, gateando y aullando molestamente. Se sabía quien iba a callarlo igualmente – Un lobo no... – Lay chasqueó la lengua – Un vampiro – Chen, BaekHyun, SeHun y LuHan se abrazaron, temiendo por sus vidas, sintiéndose muy jóvenes para morir. Por otra parte, Kai era arrastrado por el piso, por Tao quien había aparecido detrás suyo para callar esos aullidos insoportables. Lay sonrió triunfal.      

 

 

 

 

 

 

 

 

“¿Sabes cuanta Cindor me hace falta?” me basé en esta publicidad: http://www.youtube.com/watch?v=xXZn9-OvtMU            

Para quienes no sepan, Burundanga es sustancia que tiene el poder de suprimir la voluntad de las personas. Además, hace perder la memoria de todo lo que sucede durante el tiempo que dura su efecto. 

     

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Comments

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luhanhoney #1
looking forward!!