Pasaba del medio día cuando Injun se despertó de su siesta, había estado toda la mañana perdiendo el tiempo dormido en la enfermería de la escuela. Se quedo observando el techo blanco por unos minutos en lo que su adormilado cerebro recobraba conciencia. Por alguna razón dios lo odiaba ese día. O eso era lo que pensaba él en esos momentos, ya que desde el comienzo de ese día, todo había salido mal para él.

El día anterior había estado hasta muy tarde en las clases extras, solo para llegar a su casa y terminar los trabajos que la escuela normal. Se durmió cerca de las 2 de la mañana y se despertó cerca de las 7 am. Aunque se apresurara todo lo que pudiese, no llegaría a la parada del autobús, era demasiado tarde. Solo tenía 10 minutos para arreglarse y 20 para llegar a tiempo a la escuela. Su madre se ofreció a llevarlo en el coche, y al llegar a la penúltima parada cerca de la escuela, reconoció el autobús de la ruta que toma Hyunchul. Hizo que su madre lo dejara ahí y tomo el autobús, para compartir las últimas 6 cuadras con su Hyung. Iba a saludarlo apenas cuando noto esa cara que hacia Hyunchul cada vez que el “oh, todo magnificente Lee Suhoon” estaba cerca. Entonces lo vio. Lee Suhoon encima de Hyunchul, por la espalda, envolviéndolo en sus brazos mientras se sostenía de las barras de metal. Mientras Hyunchul, se escondía abrazando el frio tubo, sonriendo discretamente, con las mejillas al rojo vivo.

Sintió un nudo en el estomago, como si todo el desayuno se le quisiera regresar en ese momento. La expresión de Lee Suhoon era lo que mas lo enfermaba. Estaba sonriendo. Lo vio observar el reflejo avergonzado de Hyunchul en el vidrio y se humedeció los labios, para luego repegar más el cuerpo casi profanándolo y murmurar algo. Ya iba en camino a moler a golpes a su Sunbae cuando vio el pequeño puchero que formaron los labios de Hyunchul y se detuvo. Decidió calmarse y optar mejor por arruinarles su momento, Lee Suhoon tenía que saber quien era el dueño de Hyunchul, aunque Hyunchul no lo supiera, y probablemente nunca lo sabrá.  Después de arruinarles el momento y de sentir su pequeño triunfo interno, la cara de decepción de Hyunchul al irse Suhoon, lo hizo sentir mal, como si hubieran encendido fuego en su estomago y ese fuego se extendiera hasta su garganta. Desde ese momento ya no quiso entrar a clases. Se fue directamente a la enfermería y se reporto enfermo. La enfermera le creyó pensando que por la lluvia había pescado un resfriado al ver la palidez de su rostro al entrar al cuarto.

Estuvo un tiempo escuchando los ruidos y ecos de los estudiantes pasar por los pasillos, pensando que tal vez era la hora del almuerzo. Recordó que aun no le había comprado ese feo pan de habas que le gustaba tanto a Hyunchul, pero que por lento era nunca alcanzaba. Estaba pensando en ir a comprárselo cuando sintió de nuevo ese malestar en la boca del estomago y se quedo inmóvil sentado en la camilla, mirando el piso. Después de meditarlo por unos segundos se tiro de espaldas en el colchón de nuevo. “que se lo compre él por una vez” pensó y suspiro hondo “no soy su sirviente para estarle siempre comprando la comida, solo porque el es demasiado flojo para levantarse mas temprano y empacar su propio lonche!” se recostó de lado encogiéndose y abrazándose las piernas.

-o mejor aún, que se lo compre su amado “Sunbae-nim”

Murmuro mientras observaba la débil luz filtrarse por las cortinas de la ventana. “¿Que le mira a ése? ¿Es por que es muy inteligente?” sonrió un poco “pero yo lo soy más…” se quejo en voz alta y se giro sobre la cama hasta alcanzar la almohada y aprisionarla entre sus brazos y piernas. “aagh… pero eso no lo sabe él!” hizo un piquito con sus labios. “por que le hice caso a Jay cuando me dijo que pidiera ayuda fingiendo no saber? Aisshh~ ahora por eso, piensa que soy un tonto y” se quedo por un momento perdido mirando la pared blanca y suspiro profundo.

“Tal vez es porque lo molesto demasiado” Pero ninguno de esos encuentros fueron apropósito, en verdad se encontraban en todos lados que ya Injun no sabia que cara poner, de la idea de que Hyunchul pensara que lo estaba acosando. Así que se lo platico a su amigo Jay, tenían pocas semanas de conocerse, pero confiaba en él como si fuesen amigos de años atrás. Fue idea de su amigo la de fingir no entender ningún ejercicio y pedir su asistencia, fue idea de su amigo decir “hyuung~ te estaba buscando!” cada vez que por alguna razón se toparan entre clases.

Pero no fue idea de Jay el usar el mismo camión que él, de regreso a casa, eso lo hizo por decisión propia al ver lo tarde que salía Hyunchul. Tal vez le quedaba demasiado lejos de su casa, pero no iba a seguir permitiendo que “SU” Karam se fuera solo en las noches por ese callejoncito hasta la parada del bus.

Tomó el celular en sus manos y comenzó a rebuscar entre canciones. Solo Jay sabia que a él le gustaba Hyunchul. Lo dijo sin querer desesperado por un consejo, Hyunchul lo estaba volviendo loco. ¿Como podía existir alguien tan hermoso como Hyunchul? ¿Era eso posible? Aun no descifraba si fue desde el primer día que lo vio salir del salón de 2do año, sonriendo acompañado de sus compañeros ó si fue en alguna de esas otras oportunidades que tuvo al convivir con él, pero estaba seguro de sus sentimientos. El tiempo no importaba, lo que importaba era que estaba enamorado de su Hyung.

Cuando el amor lo golpeo, dejo de ser el exagerado Injun que usaba para entretener a su Hyung y a sus amigos, volvió a ser el mismo Lee Injun que siempre había sido: inteligente, vivaz y terco. Si se proponía algo no había nada ni nadie que lo detuviese. Quería impresionar a su Hyung con su verdadero yo, ya estaba un poco harto de tener que estar siempre chillándole el nombre, pero parecía ser un poco tarde por que Hyunchul ya no parecía interesado en él. Ya no le prestaba la misma atención, lo ignoraba cada vez que podía, y solo se la pasaba observando los pasillos de la escuela. Parecía como si estuviera allí pero al mismo tiempo se hubiera ido.  Y suspiraba. Suspiraba como si la vida se le estuviera yendo.

No importaba que tanto Injun se esforzara en hacerlo reír, no funcionaba. Ningún sentimiento salía de Hyunchul. Había días en los que parecía que de la nada se pondría a llorar, y otros era como si fuera tanta su alegría que si no la compartía con Injun, explotaría. Era como una montaña rusa de emociones que hacían a Injun confundirse, exasperarse y frustrarse. Nunca lo admitiría por las buenas, pero el día en que descubrió que era lo que “Karam” observaba, lloró. Si hubiera sabido que enamorarse de alguien era tan doloroso nunca hubiera querido enamorarse. Menos cuando la persona a la que amas ya tiene a otra persona en mente.

Nuevamente le gruño el estomago.

-Aiish~! estúpido Karam, estúpido, estúpido~ -se quejo revolviéndose el cabello y se fue a buscar algo para comer. No importaba que tanto estuviera sufriendo en ese momento,  calmar su hambre era más importante.

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-… entonces le dije que nos gustaba mucho pasear por Hongdae cuando teníamos tiempo libre, ir a escuchar música y tomar algo en un café asi que nos invito a salir –decía mientras tiraba el empaque de jugo vacio en el contenedor de basura.

-OH… -contesto Hyunchul haciendo una “O” casi perfecta con sus labios, mientras seguía a Jay a los pasillos. Entonces Jay sonrió.

-pero yo no podre ir Hyung, tengo clases después de las 4 pero no pude negarme a Suhoon-Hyung…  podrás ir tú solo? –pregunto levantando ligeramente le ceja.

“¿que si podre ir solo…?”

-uhmm… si, eso creo… -dijo sonriendo, mientras volteaba a ver por la ventana. Jay se quedo viéndolo y le dio un pequeño golpecito en el brazo.

-Yahh~ Hyung, no vayas a hacer eso cuando estés con él! Tampoco vayas a hacer todo lo que hiciste hace rato en mientras comíamos, parecía que de pronto querías arrancarte todo el cabello, luego asesinar a alguien y al ultimo te pusiste a hablarle a una cuchara! –la boca de Hyunchul se abrió de golpe y su rostro se inundo de rojo vibrante.

-no, no, no Hyung –le reprocho señalándolo con el dedo índice- no me pongas cara de inocencia, solo contrólate y concéntrate en Suhoon-Hyung, ok?

Le dio unas palmaditas en el hombro cuando llegaron al salón de clases, justo a tiempo cuando timbro la campana.

-suerte con tu cita, Hyung! Nos vemos! –dijo al tiempo que salió corriendo dejando a Hyunchul perdido de pie a lado de un compañero de clases. Inhalo profundo y exhalo mientras se daba media vuelta hacia su sitio, chocando con la persona.

-OH! Hyunmin-ssi, lo siento mucho! –se disculpo haciendo media reverencia y se fue a sentar en su pupitre, sin darse cuenta de que la persona llamada Hyunmin seguía observándolo en silencio.

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A/N :3 dedicado para rosseny master~ feliz cumple nenaa~!! perdon por escribir tan feo, prometo que mejorare! xDD lobiuuu~!