-40.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

────────────────────────────────────

Navidad para muchos creyentes y no creyentes era una fecha especial. En muchas partes del mundo, familias se reúnen alrededor de esta festividad. Es imposible negar que la Navidad también tiene un toque nostálgico, quizá era por estar en pleno invierno o por los constantes recuerdos del pasado, pero era un sentimiento que sin dudas era compartido.

La casa de los Kim por ejemplo, estaba más callada que nunca porque nadie tenía los ánimos de festejar. —No deberíamos estar haciendo esto sin el abuelo. —Tiffany escuchó a su hija mientras adornaba el árbol que había estado sin ninguna decoración hasta entonces.

Las empleadas del hogar se habían ocupado de todo menos de eso porque Tiffany les explicó que era una tradición para ella hacerlo junto a su hija. Pese a eso, Minjeong no parecía muy interesada y colgar los ornamentos.

—Pronto lo iremos a ver, recuerda que todos estuvimos de acuerdo con el plan. —Tiffany le dio unos golpecitos en la espalda y la animó a continuar. El tema de qué hacer el día de Navidad había sido discutido en amplitud porque nadie tenía ánimos de festejar, pero Tiffany amaba la Navidad y se negaba a saltarla. Además, era la primera vez que lo hacían como residentes Coreanas nuevamente.

Tras una larga conversación decidieron que el plan sería el siguiente: El 24 en la noche harían una cena con el staff de la casa, Taeyeon, Tiffany y Minjeong. Apenas termine la cena, Taeyeon se volvería a Seúl para estar con su papá y el 25 en la mañana, Minjeong se iría a su misterioso compromiso del cual no quería dar detalles y al terminar, ella y Tiffany se irían a Seúl también para estar junto al abuelo.

Era entendible que ahora Minjeong quisiera cambiar los planes, pero Tiffany no iba a dejar que la negatividad le gane.

—Recuerda que el abuelo no estará solo, Yoona y Yuri pasarán toda la noche en el hospital para estar junto a Yunjin y prometieron dar vueltas a su sala para acompañarlo.

Minjeong le puso la estrella al árbol y suspiró, su mamá tenía razón. Iba a ser una Navidad diferente, pero no por eso sería la peor de todas. Luego de ese discurso de convencimiento, todo comenzó a salir de acuerdo a lo planeado.

La cena había sido una delicia y por un momento se olvidaron de todo lo malo que estaba ocurriendo, era el sentido de familia lo que las mantenía unidas y fuertes. Tal como habían acordado, Taeyeon se fue a Seúl y luego de compartir un rato frente a la chimenea, Tiffany y Minjeong se fueron a la cama temprano para no estar cansadas al día siguiente.

Pero sin importar lo que se planifique, todo puede cambiar rápidamente. El teléfono de Tiffany sonó poco más de una hora después, era Taeyeon, pero la persona que habló no era ella.

—Tiffany, debes venir a Seúl ahora mismo. Taeyeon tuvo un accidente, pero está bien —Era Yuri, quien intentó ser lo más concreta posible para apurar a su amiga, pero sin asustarla de más.

Tiffany se puso lo primero que encontró y corrió a la pieza de su hija para despertarla y contarle lo que Yuri le acababa de decir. Su hija hizo exactamente lo mismo y en tiempo récord ya estaban en el auto con destino al hospital de Seúl.

Sus manos temblaban sobre el volante y su hija le preguntó más de una vez si quería cambiar para ella conducir, pero eso significaba parar en medio de la carretera y perder tiempo valioso, no quería eso.

Llegaron a la sala de emergencias corriendo y por suerte una enfermera las guio rápidamente al lugar donde tenían a Taeyeon. La mujer estaba sentada en una camilla, traía un collarín puesto y tenía varias magulladuras en su rostro y restos de sangre en su ropa.

Madre e hija se lanzaron encima de ella tras confirmar que estaba relativamente bien y pese a los quejidos de dolor de parte de Taeyeon, ninguna de las dos la soltó.

—Un estúpido decidió beber y conducir. —Tiffany ya tenía los ojos llenos de lágrimas porque ver a su amada herida le provocaba una enorme angustia. Jamás en toda su vida se le pasó por la cabeza que un día podía perderla. De hecho, era algo que nunca dijo en voz alta, pero siempre había pensado que si alguna de las dos moría, ella debía irse primero porque vivir sin su otra mitad era peor que la muerte.

La confirmación de que no había sido nada serio le devolvió el alma al cuerpo y tomó su mano para aceptar nuevamente que su Taeyeon seguía justo ahí. Observó luego a su hija, su única hija y la mujer más hermosa. Sus ojos demostraban lo aterrada que estaba y soltó la mano de su esposa únicamente para tomar a Minjeong entre sus brazos.

Su hija podía ser muy madura, educada y responsable, pero Tiffany sabía muy bien que nunca dejaría de necesitar a sus madres y justo en ese momento la necesitaba y mucho.

—Tranquila, fue todo un susto. —Le susurró en un tono tranquilo porque tenía que mostrarse fuerte para ella. —Estamos bien. —La familia nunca fue grande, pero eso forjó entre Minjeong y sus madres la más fuerte conexión.

La cortina se abrió y una enfermera apareció para comunicarles que se llevarían a Taeyeon para un escáner y así descartar cualquier tipo de lesión.

Tiffany le preguntó a Minjeong si estaba bien si se quedaba sola y la menor asintió, su mejor amiga estaba en el hospital y era Navidad. Iba a aprovechar de saludar y luego se pasaría por la habitación de su abuelo.

Era extraño lo cotidiano que se estaba haciendo ese hospital para ella, pero tenía que acostumbrarse si algún día quería ser una doctora.

Llegó sin problemas a la habitación de Yunjin, su mejor amiga estaba acompañada por sus mamás y la habitación estaba decorada con luces navideñas, era un gesto muy lindo, pero nadie hablaba y sin dudas no había nada de felicidad ahí.

—¡Minjeong! —Seguramente si su cuerpo se lo permitiera, Yunjin hubiera saltado encima de ella para abrazarla. Pero todavía se estaba recuperando de su cirugía y apenas podía dar algunos pasos apoyándose de una enfermera. —¿Cómo está tu mamá?

Yoona y Yuri habían acompañado a Taeyeon desde que llegó, pero aun así todas querían escuchar si había alguna novedad. Winter les explicó todo lo que sabía, lo que no era muy distinto a lo que ya se sabía.

Winter tenía la sensación de que antes de que ella llegase todo ahí era silencio e incomodidad. Por suerte Yunjin le pidió a sus mamás que la dejen sola con su amiga y las dos accedieron de inmediato, casi como queriendo estar liberadas de esa incomodidad.

Minjeong se recostó a su lado, estaba cansada y la cama de su amiga se veía muy cómoda en ese momento. —¿Me vas a decir de qué se trata todo eso? —La pregunta era una intención directa de saber qué había pasado entre su mejor amiga y sus mamás porque obviamente era incómodo, se sentía en el aire.

Era el momento para decirlo, pero le costaba mucho repetirlo en voz alta. —Sé que ya se lo dijiste a Karina y aunque me alegra que tengas a alguien con quién hablar ¿Por qué ella y no yo?

La tristeza de Minjeong las hizo reír a las dos, era primera vez que mostraba sus celos en la amistad.

—Estamos viviendo un momento de extrema sinceridad en nuestra amistad. —Karina le había contado todo sobre su tía y el enredo familiar que existió en el pasado entre su familia y la de Minjeong. Eran secretos tan profundos que cuando ella apareció justo después de la crisis, Yunjin sintió que era lo correcto contárselo. —Pero si hay algo que las dos tenemos en común es que no podemos ocultarte las cosas por mucho tiempo.

Y así fue como Yunjin comenzó a relatar lo que había ocurrido en los días anteriores, mientras los detalles salían de su boca Minjeong se sorprendía más y más.

La historia de ellas siempre las unía, las dos habían nacido de la misma forma con poco tiempo de separación y sus madres habían vivido todo ese proceso juntas. Por eso siempre decían que eran prácticamente hermanas, pero en realidad todo había sido parte de un secreto.

—Vaya. —Fue lo único que pudo decir cuando Yunjin terminó de hablar. La menor ya estaba cansada de tanto llorar y se sentía completamente seca. Soltó una derrotada sonrisa y pese al dolor que sentía al moverse, abrazó un poco a Winter. —Debes sentirte muy extraña.

—Jamás me había sentido tan lejos de ellas. Es como si todo lo que teníamos ahora estuviera dividido por un agujero que antes tenía un puente y que ahora me impide llegar a ellas.

Así como era doloroso de escuchar, era doloroso de decir. Minjeong quería decir algo sabio, darle alguna solución, pero la realidad era que no tenía ni idea de cómo consolar a su amiga con algo así.

—Sé que podemos volver a construir ese puente, pero va a tomar un tiempo y todavía no estoy lista para comenzar a hacerlo. —Sonaba tan madura que casi no la reconocía. —Primero me gustaría sanar un par de huesos. —Y tenía el sentido del humor intacto.

No supo en qué momento había crecido tanto, pero Yunjin sabía que lo poco que quedaba de niña dentro de ella logró desaparecer en el momento en que escuchó la noticia porque sabía que no era el fin del mundo, pero aceptó que a partir de ese momento nadie le iba a maquillar la realidad, no lo quería y no lo merecía. Ya estaba lista para todas las verdades por dolorosas que sean.

Había un presentimiento en la cabeza de Minjeong que le decía que su mamá iba a estar bien. —En un par de horas tengo que hablar con Karina.

—Lo sé.

Por supuesto que sabía, ella y Yunjin había pasado mucho tiempo juntas. Seguramente Karina ya le había contado todos los detalles del que sería su encuentro.

—¿Acaso también sabes lo que me va a decir? —Preguntó en tono burlesco y por la sonrisa que obtuvo de parte de Yunjin supo que definitivamente sabía lo que le iba a decir.

—Honestidad, recuerda.

El reforzamiento de su amistad era más serio de lo que Minjeong pensaba y aunque sentía una pequeña porción de celos, también se alegraba porque creía que Yunjin y Jimin estaban viviendo procesos muy similares y que ambas estén ahí para apoyarse podía ser algo muy bueno.

—Debería escribirle un mensaje para avisarle que quizá no voy a llegar a tiempo, no tenía planeado estar aquí a esta hora. —Se removió en su lugar, pidió disculpas por los quejidos de Yunjin y metió sus manos a los bolsillos solo para confirmar que había dejado su teléfono en Seúl.

—Puedes ocupar el mío.

Yunjin le dejó espacio para que se estire y tome su teléfono que estaba en la mesita de al lado de su cama, pero apenas lo tomó, se dio cuenta de que estaba apagado. Yunjin le indicó donde estaba el cargador y Minjeong se levantó para enchufarlo y luego volvió a la cama junto a su amiga.

—Te ves fatal. —Había estado tan ocupada manteniendo conversaciones profundas que no se percató del estado deplorable en el que estaba su mejor amiga.

—Te invito a tener una cirugía por un hueso quebrado, un esguince de muñeca y que tus mamás te digan que eres adoptada en menos de dos días. —La defensa de Yunjin era más que valida y Minjeong. —Me duele un poco la cabeza, creo que cada vez me bajan más la dosis de los calmantes.

—Vamos a dormir un rato.

Ella también estaba cansada, a esa hora las dos deberían estar durmiendo y seguramente el cansancio ya les estaba ganando. Se acomodó con cuidado pese a los constantes quejidos de su amiga y cerró los ojos. —Por cierto, feliz Navidad.

—Feliz Navidad Minjeongie.

Y las dos se quedaron dormidas, en un momento Yoona, Yuri y Tiffany llegaron a verlas, pero notando lo cómodas que se veían decidieron cortar las luces y dejarlas descansar porque ellas también necesitaban hacerlo.

Pese a todo lo malo que estaba ocurriendo, era una imagen que las ponía muy felices. Yoona y Yuri sabían que lo que más necesitaba su hija en ese momento era tener a alguien tan incondicional como Minjeong a su lado.

Un par de horas pasaron cuando Winter despertó, todavía era de madrugada, pero no pudo seguir durmiendo. Lentamente, abrió los ojos y notó lo mojada que estaba, la calefacción del hospital era fuerte y eran dos chicas pegadas durmiendo en una cama para una persona.

Se movió un poco para hacer un pequeño espacio entre las dos y se dio cuenta de inmediato que el sudor no era suyo. Las sábanas estaban completamente empapadas y no solo eso, sino también el rostro de su mejor amiga.

Lo primero que hizo fue moverla para intentar despertarla, pero no reaccionaba ni a los movimientos ni a los constantes llamados que le hacía. El pánico le recorrió el cuerpo y se levantó de golpe para poder pedir ayuda.

En pocos segundos la habitación se llenó de personas con uniformes hospitalarios y al ver el terror en su rostro, una de las enfermeras la escoltó afuera de la habitación.

Se quedó parada en el pasillo sin saber qué hacer, estaba en shock porque lo que sea que tuviera su amiga era sin duda algo serio, si no no habría tantos profesionales intentando ayudarla. Intentó ubicarse en el lugar del hospital en el que estaba y caminó con inseguridad hasta la sala donde se encontraba su abuelo.

En el pasillo estaban Yoona y Yuri, quienes tras conocer tan bien a Minjeong supieron de inmediato por su expresión que algo no andaba bien.

—Yunjin estaba muy afiebrada, me sacaron de la habitación y no se qué le están haciendo.

Tiffany escuchó la voz de su hija y salió de la habitación de su suegro, alcanzando a entender que algo no andaba bien con Yunjin. Las mamás de la chica fueron las primeras en comenzar a correr por los pasillos del hospital, seguidas por Tiffany y Minjeong.

Cuando llegaron vieron como Yunjin iba siendo trasladada en una camilla, todo ocurrió muy rápido y nadie respondía las preguntas que hacía Yuri. Yoona estaba completamente enmudecida.

Después del caos, el silencio se apoderó del pasillo y luego de unos minutos que se sintieron como una eternidad, uno de los doctores apareció para explicar lo que estaba sucediendo. —La paciente presentó una infección severa y rápida, decidimos que lo mejor era llevarla a quirófano para hacerle una limpieza quirúrgica y evitar que la infección avance más.

—Estaba sudando por todos lados.

El doctor miró a Minjeong y asintió. —La fiebre es un síntoma común en estos casos, pero luego de la limpieza se le administrará antibióticos más fuertes y nos ocuparemos de mantenerla muy hidratada. —Al confirmar que no había mayores dudas, el doctor se excusó para volver con su equipo y ayudar a Yunjin.

—Este día no podía ponerse peor. —Yuri se sentó visiblemente frustrada. Todas estaban cansadas y el gasto mental había sido tremendo.

—Pero todo va a terminar bien. —Tiffany se agachó para estar a la altura de su amiga. —Debes confiar, es la única forma.

Yoona abrazó a Minjeong, ella había sido la que se dio cuenta de lo mal que estaba su hija y estaba agradecida. El abrazo la tomó por sorpresa, obviamente ella y las mamás de Yunjin eran muy cercanas, pero ese tipo de contacto físico era poco habitual y por alguna razón se sintió correcto y bien porque ella también necesitaba un abrazo. Estaba estresada, en menos de 24 horas estaban pasando demasiadas cosas fuertes.

Tiffany se excusó un momento para ir a ver a Taeyeon, quien por suerte estaba muy bien. Todos los exámenes demostraron que tenía una pequeña contusión, pero nada grave. Iba a pasar un par de horas en revisión y luego era libre de irse a casa, aunque debido a la situación seguramente se iba a quedar en ese hospital por mucho tiempo.

Cuando volvió apareció con una bandeja de café para todas porque la noche se les seguía alargando y sin cafeína ningún cuerpo sería capaz de soportar lo que les quedaba por delante.

—¿Por qué no vamos a ver al abuelo? Todavía no le has deseado una feliz Navidad. —De inmediato vio la duda en su hija y acarició su corto cabello con mucho cariño. —Te prometo que apenas haya alguna novedad con Yunjin iré de inmediato para que lo sepas.

Yuri animó a Minjeong para que vaya, sabía que tanto ella como su esposa estaban muy estresadas como para poder darle seguridad a la menor y lo que de verdad necesitaba era un momento de paz en vez de estar ahí viendo las caras de preocupación de todas.

Sin duda había sido la mejor decisión, su abuelo estaba despierto y bastante animado. Al llegar, Tiffany lo actualizó sobre el estado de salud de su hija y las noticias positivas parecieron animarlo mucho más. —Mi hija es una testaruda, le dije que era peligroso conducir en la noche de Navidad. —Minjeong se acercó a su abuelo sin escuchar lo que decía y se fundió encima de él en un fuerte abrazo.

Recién al estar en esa posición se dio cuenta de lo delgado que estaba. Ese hombre fuerte y varonil que conoció desde pequeña ya no era más que un recuerdo. Su abuelo estaba en los últimos suspiros de su vida y finalmente lo estaba aceptando.

Pero incluso así, con su cuerpo cansado y sabiendo que estaba teniendo los últimos momentos con su nieta, decidió mostrarse fuerte porque sentía en ella el temor y la vulnerabilidad. —Tranquila, tu mamá estará bien. Podrá ser muy testaruda, pero yo la crie para que sea una mujer muy fuerte. —Tiffany notó que estaban teniendo un momento íntimo y decidió salir de la habitación para acompañar a sus amigas. Su hija estaba en buenas manos.

—Tengo miedo.

Era la primera vez que comentaba eso en voz alta, su lenguaje no verbal lo expresaba, pero ahora también lo decía en palabras.

—Lo sé. —Era fácil verlo y sentirlo, su nieta que siempre se mostró como una chica muy segura se veía frágil y sensible. —Y lo vas a sentir muchas veces en tu vida y cada vez se sentirá igual de aterrador, lo que va a cambiar es que habrás superado tantos momentos aterradores que cada vez tendrás más esperanza. Y cuando se te acabe la esperanza es porque no es tu problema.

—No lo entiendo.

—Ahora tienes miedo porque tu mamá te demostró que era más humana de lo que antes habías pensado. —No lo había pensado, pero era totalmente cierto. Sus mamás siempre habían estado ahí para ella de forma incondicional. Nunca se habían enfermado y si alguna vez se sentían mal lograban proteger a su hija para que nada pudiera afectarle. Pero esa noche por primera vez las cosas se sintieron distintas. No le podían ocultar un accidente y tampoco intentaron hacerlo porque ya era una niña grande. Pero el shock de ver a su mamá herida era algo para lo que no estaba preparada y sabía que le iba a tomar un largo tiempo acostumbrarse a la idea de que sus mamás no eran superheroínas inmortales. —Tienes miedo porque te afecta directamente y crees que en parte tienes que ayudar a solucionarlo, significa que te importa y eso es bueno.

Minjeong lo entendía, no solo le importaba su mamá, sino también Yunjin a quien vio muy mal. Necesitaba que las dos estén bien porque eran demasiado importantes para ella.

—¿Tú tienes miedo?

El abuelo suspiró y Minjeong sintió una extraña sensación, estaba arrepentida de preguntar eso. —Tu mamá va a estar bien, tengo el presentimiento de que así será. —Acarició el cabello de su nieta con cuidado, en general no se destacaba por ser ese tipo de persona, pero ese no era un día común. —Pero no tengo miedo, yo ya hice mi trabajo con ella y ella junto a su esposa están haciendo un muy buen trabajo contigo. —Minjeong escuchó en completo silencio las palabras de su abuelo. —Y mi muerte no depende de mí, así que no tengo miedo y espero que tú tampoco lo sientas. —Por primera vez su nieta quiso protestar, pero él se lo impidió. —Vas a tener pena, vas a llorar y quizá me vas a extrañar en muchos momentos de tu vida, pero vas a seguir adelante porque sabrás que yo estoy bien. Por fin, después de tantos años, volveré a estar con tu abuela, con el amor de mi vida. Algún día lograrás entender lo mucho que duele estar aquí sin la persona que sabes que necesitas estar. Mi hija ya no me necesita, pero yo necesito a mi amada.

Las despedidas nunca serían fáciles, pero ahora que Winter comenzaba a entender el amor lograba comprender la necesidad de su abuelo de irse, ahora que ya sentía que había cumplido con todas las personas que lo necesitaron en la tierra, ¿Quién era ella para pedirle que se quede?

Y así lo dejó ir, de la forma más íntima y cariñosa. Cerca de media hora estuvo acostada en los brazos de su abuelo cuando la máquina que monitorear sus signos vitales comenzó a hacer sonidos alarmantes y luego del intento que se hizo de reanimarlo, Minjeong supo que él no volvería porque ahora estaba donde quería estar.

────────────────────────────────────

Era una escena adorable realmente. Joohyun conocía a Karina hace ya varios años y siempre fue capaz de ver su verdadero ser, el de una niña alegre y cariñosa que podía pasar horas cuidando a los animales del refugio y siempre tenía la disposición de ayudar en lo que sea que ella le pidiera. Pero por primera vez desde que la conoció veía esa linda personalidad dirigida a una persona, a alguien que parecía interesarle más que cualquier otra persona o animal del refugio.

La vio llegar en el auto de su mamá, quien iba pocas veces al refugio porque generalmente Karina llegaba acompañada de su papá. Notó que conversaban en un tono animado y luego se fue, dejando a su hija sola en el lugar. Casi siempre venía en ropa cómoda para poder ayudar a alimentar a los animales, pero ese día se veía distinta.

El lugar estaba tapado en nieve, pero Karina traía un lindo vestido que le llegaba un poco por encima de las rodillas. Sus hombros y su espalda estaban cubiertos por una chaqueta afelpada y en suelo había una bufanda de color blanco.

Era el tipo de imagen que dejaba a las personas sin respiración, Karina era el tipo de chica por el cual te volteabas en medio de la calle para confirmar que es real. Joohyun la hizo entrar a su casa y notó que también traía un ramo de flores en su mano izquierda.

Luego de saludarse, Karina le entregó su regalo de Navidad, se trataba de un cuadro dibujado de ella junto a dos de los perros que habían partido ese año. El recuerdo le llenó los ojos de lágrimas y de inmediato buscó un lugar en una de las paredes de su casa.

Joohyun también le tenía un regalo, era un collar de plata que en medio tenía una pequeña y reluciente piedra. —Es muy lindo, muchas gracias. —Joohyun estaba tan agradecida de la presencia de Karina en ese lugar que creía que un regalo así era lo mínimo que podía darle. —Supongo que las flores no son para mí.

—Son para Winter.

Su rostro se iluminaba de una forma especial al decir su nombre, Joohyun entendía el sentimiento y estaba muy feliz de saber que una persona tan buena como Jimin había encontrado a alguien que le provocase tal sensación.

—Están muy lindas.

Era un ramillete delicado y pequeño con distintas flores que se daban en la temporada. Se notaba que cada una de las flores había sido escogida con meticulosidad por parte de Karina.

Como llegó bastante tiempo antes de la hora de encuentro, Joohyun preparó chocolate caliente para las dos porque el dulce la iba a ayudar a bajarse los nervios.

Joohyun había visto, lo interesaba que Minjeong estaba en Karina y era obvio que todo iba a salir muy bien entre las dos. Bajo su opinión, no tenía nada que temer.

Jimin estaba ahí, pero realmente no lo estaba. Probaba el chocolate caliente y si bien sabía que estaba dulce, no lograba sentir el sabor. Los nervios eran demasiado grandes como para poder sentir otra cosa que no fuera eso.

Cuando dieron las diez de la mañana sentía el corazón en la garganta, después de ella, Minjeong era la persona más puntual que conocía. Joohyun le repetía constantemente el discurso de que todo iba a estar bien, que el clima quizá la había retrasado.

Las horas pasaron dolorosamente y Joohyun ya no encontraba palabras para darle una explicación lógica.

—Me voy.

Repetía en varias ocasiones, pero Joohyun seguía abogando por Minjeong. No se podía creer que la futbolista sería capaz de dejarla plantada, pero hubo un punto en que ya era indefendible porque hasta ella creía que Minjeong ya no iba a llegar.

Joohyun se ofreció a llevarla de vuelta a su casa y el corto trayecto hasta Naevis fue en completo silencio. Estacionó afuera de su casa y se bajó apenas diciendo un suave “adiós”, para ella no pasó desapercibido que las flores quedaron abandonadas en el asiento.

Llegó a su casa sin decir absolutamente nada, tenía tanta pena que creía que si abría la boca comenzaría a gritar y a llorar sin parar.

Por suerte no se encontró con nadie en el trayecto hasta su habitación, cerró la puerta con llave y se hundió contra su almohada para por fin poder comenzar a llorar sin testigos, sin que nadie pudiera ver su corazón destrozado.

Estaba segura de que estaba pagando por todos los meses que jugó con el corazón de Minjeong, no solo eso, también por todos los años en que ocupó a Jeno para mantener una imagen que ya no reconocía. Toda su adolescencia se dedicó a formar una imagen para que el resto la acepte y ahora que por fin intentaba ser ella misma nada le resultaba.

Tal vez todavía podía devolver el tiempo, estaba segura de que si hablaba con Jeno el chico la tomaría de vuelta y podía hacer como si nada sucedió, hacer como que Minjeong jamás fue parte de su vida, dejar que se vaya a estudiar a otro país y que lentamente se vuelva un tonto recuerdo de su etapa escolar.

Tan solo planificar eso en su cabeza le amargaba el alma, no podía hacerlo, no podía seguir los pasos de todas las personas a su alrededor. Su mamá, su papá, su tía e incluso sus abuelos eran prueba clara de que ese no era el camino a seguir porque a la larga no producía absolutamente nada bueno. Tenía que alejarse de esos pensamientos antes de que sea demasiado tarde.

Pero estaba muy enojada y triste, no estaba acostumbrada al rechazo y su falta de madurez todavía le impedía buscar una explicación realmente lógica a lo que acababa de acontecer.

Entró al baño para limpiarse la cara y aplicarse su mejor maquillaje para que absolutamente nadie se entere de que había llorado por alguien. Su vida tenía que continuar y sabía bien lo que tenía que hacer para hacer el cierre a ese círculo tortuoso en el que se encontraba hace ya varias semanas.

Su mamá no ocultó su sorpresa cuando Karina entró a su habitación, Krystal estaba terminando de ordenar un pequeño bolso porque se iría a Seúl a pasar unos días con su esposo y también con su hermana.

—No te sentí llegar.

Todavía no sabía la verdadera razón por la cual su hija había ido al refugio, por lo que su falta de ánimos no llamó mucho su atención.

—¿Me puedes llevar al aeropuerto?

────────────────────────────────────

Estar en el aire y desconectarse por completo del resto del mundo era exactamente lo que necesitaba. Si fuera por ella, abriría una ventana y tiraría su teléfono para que caiga en cualquier parte del mundo. No deseaba saber nada de nadie y ese largo trayecto era la excusa perfecta.

Sus abuelos le habían hecho llegar su boleto de avión con un tiempo de anticipación, Jimin jamás les prometió que iría, pero ellos tenían tanta confianza sobre el poder que tenían en su nieta, que estaban seguros de que iría de todos modos y así fue.

La decisión fue de último minuto porque solo necesitaba una excusa para escaparse por un tiempo y a decir verdad, no encontró mejor forma que irse a otro continente.

Se tomó una pastilla para aminorar los mareos y durmió gran parte del vuelo.

El avión aterrizó sin novedades y jamás pensó que apenas puso sus pies en la tierra, lo primero que iba a querer hacer era devolverse al avión y esperar que la devuelva a Seúl. Algo que por supuesto era imposible, pero estaba tan arrepentida que realmente la idea pasó por su cabeza.

Se sentó y leyó todos los mensajes que tenía en su teléfono.

Yunjin estaba muy delicada de salud y el abuelo de Minjeong había fallecido en la madrugada.

El corazón le latía muy rápido mientras intentaba recolectar la mayor información posible antes de decidir qué hacer. Luego se enojó con ella misma por ser tan egoísta y no darse el tiempo de buscar una explicación a la ausencia de Minjeong.

[Perdón, mi abuelo falleció anoche y mi cabeza estaba en cualquier parte ¿Podemos juntarnos otro día? Perdón.]

Era el único mensaje que tenía de parte de Minjeong, lo había enviado hace varias horas, pero por supuesto, con su afán de desconectarse de todo, recién lo estaba viendo.

No podía imaginarse todo el dolor que estaba sintiendo y ahora también se disculpaba por no poder estar con ella. Por alguna razón, Minjeong siempre le recordaba lo egoísta que era simplemente con su personalidad, ni siquiera era algo que hacía a propósito.

Sus dedos estaban tiesos contra la pantalla de su teléfono porque no sabía qué escribir, ni cómo explicar que se encontraba al otro lado del planeta.

Decidió esperar para eso y abrió una nueva pestaña para buscar cuándo era el vuelo más próximo a Seúl. Podía encontrar uno en unas cinco horas, pero el precio era tan elevado que tuvo que recargar la página para confirmar que la cifra era verdadera.

No creía tener esa cifra en su tarjeta personal y eso la obligaba a tener que pedirle dinero a sus padres o peor aún, pedirle a sus abuelos.

Quizá los llamó con la mente, porque justo en ese momento su abuelo apareció caminando en dirección directa a ella. Nunca había estado tan poco emocionada de verlo, era un sentimiento que no podía descifrar del todo.

—Mírate, estás más hermosa que nunca. —El señor de edad avanzada abrazó fríamente a su nieta y luego dio unos pasos para atrás y así verla de pies a cabeza. —Tu abuela nos está esperando en casa, vamos.

El abuelo tuvo que poner una mano en su espalda para moverla porque Karina seguía prácticamente pegada al suelo. Mientras caminaba por el aeropuerto miraba constantemente atrás, porque sabía que no era ahí donde debía estar.

La mansión de sus abuelos era obscenamente grande para solo vivir dos personas ahí. Karina tenía la teoría de que su abuela organizaba un montón de cenas y fiestas solo para no sentirse sola dentro de ese enorme lugar.

—Querida. —La mujer que siempre lucía impecable la tomó en sus brazos y acarició su rostro con sus dedos, era la forma que tenía de demostrar su cariño. —Tienes que ver todos los regalos que te conseguimos este año, pero primero ve a darte un baño y a ponerte una buena tenida para el almuerzo.

Solo estarían los tres, pero por supuesto que su abuela no aprobaba la ropa cómoda que llevaba para un viaje de varias horas. Ella igual se sentía algo aletargada y también necesitaba un poco de privacidad para poder hablar con Minjeong.

Subió hasta su habitación que había sido preparada por alguna de las trabajadoras de la casa para parecer casi una suite de hotel. Su armario estaba lleno de ropa nueva y sabía que tenía que ocupar algo de ahí a menos de que quisiera tener problemas con su abuela.

Lo primero que hizo fue darse un baño de agua caliente para poder despertar, estaba un poco mareada por el cambio de horario y por supuesto por todo lo que estaba sucediendo. Nunca pensó que se iba a arrepentir tanto de una decisión, pero sin duda sería aprendizaje para dejar de tomar decisiones basándose en su enojo.

Cuando salió de la ducha se puso ropa limpia y se sentó sobre su cama para por fin hacer lo que llevaba aplazando hace demasiado. Pensó primero en mandarle un mensaje, pero su tiempo bajo el agua la ayudó a reflexionar y tomar la decisión más madura.

Marcó el número de Minjeong, escuchó desesperadamente el peep que sonaba mientras esperaba y finalmente se dio un silencio que indicaba que su llamada había sido respondida.

—¿Minjeong? —La respuesta que tuvo fue un cansado y triste Mmm. —Hola… Yo. —Rascó su cabeza por lo difícil que le estaba siendo hablar. —Lamento mucho lo de tu abuelo, me acabo de enterar.

—Gracias. —No era incómodo, pero era un poco triste no poder estar hablando eso en persona. —Tu mamá se pasó por aquí y me comentó que estabas de viaje, no sabía que tenías planes.

Porque nunca los tuve. Pensó, ya que sabía que tenía esos boletos comprados, pero jamás le confirmó a sus abuelos que estaría viajando y a decir verdad su decisión final era no viajar. Pero había sido impulsiva y ahora estaba muy arrepentida.

—Sí, mis abuelos querían que los venga a visitar. Pero me gustaría estar ahí contigo.

No dejó espacio para dudas, estaba completamente sobria y diciendo la verdad.

—Quería estar ahí hoy, nunca dudé en estar ahí, pero pasaron tantas cosas y.

—No te preocupes por eso. —Karina estaba segura de que Minjeong no tenía absolutamente nada de que disculparse, las explicaciones estarían de más. —Estás donde tienes que estar, tu familia te necesita.

—¿Y tú?

—Yo también te necesito, pero yo puedo esperar ¿Qué será unos días más?

Escuchó una risa del otro lado. —Me refería a que si estás donde tienes que estar, pero es bueno saber que me necesitas.

—¡KIM MINJEONG!

Ahora las dos estaban riendo y era el mejor remedio para mejorar lo que estaba pasando. Incluso a la distancia podía ser capaz de reconfortar a Minjeong en ese momento tan difícil.

—¿Era eso lo que me hubieras en el refugio?

Karina se quedó en silencio con el corazón latiendo muy fuerte. El día antes del supuesto encuentro había hecho trabajar su cabeza como si fuese un tren motorizado a carbón. Había preparado distintos discursos para expresarle a Minjeong todo lo que sentía, pero las últimas 24 horas habían sido tan extrañas que los había olvidado por completo.

Se tomó su tiempo para pensarlo bien y Minjeong parecía entenderlo porque mantuvo silencio.

—No, lo que te quería decir. Lo que te quiero decir. —Corrigió, porque nada de lo que sentía había cambiado. —Es que tengo mucho miedo, estoy completamente aterrada por lo que pueda pasar en el futuro. Nunca he sido víctima de miradas, nunca me ha preocupado que la gente hable mal de mí porque sé que soy una buena persona y todos estos años me dediqué a que ningún defecto sea visible para que absolutamente nadie tenga algo que decir de mí. Pero sé que el simple hecho de tomarte de la mano frente a alguien hará que todo eso cambie de un momento a otro. —Eran esos los pensamientos que le perturbaban el pensamiento en los últimos meses, sobre todo cuando se dio cuenta de lo que sentía por Minjeong. —Estaba decidida a dejarte ir por eso, pero en las últimas semanas me di cuenta de que hacer cosas para conformar al resto es la forma perfecta para aplazar la felicidad y creo que no quiero eso porque nunca había sido tan feliz como cuando estoy contigo. Voy a tener mucho miedo y más te vale aceptar eso porque quiero estar contigo y yo siempre obtengo lo que quiero.

Ese discurso era lo más Karina Yoo que Minjeong había escuchado y por supuesto que le había despertado todos los sentimientos románticos.

—Me tienes desde el primer momento que me insultaste ¿Sabías?

—Supongo que me gusta la expresión que pones cuando te insulto un poquito.

Las dos rieron nuevamente, todo parecía indicar que ambas querían lo mismo y a partir de ese momento ya no habría nada que les pudiera impedir estar juntas.

—¿Cuándo vuelves? Quiero ir por ti al aeropuerto.

—Intentaré adelantar mi vuelo, te lo haré saber. Quiero estar contigo lo antes posible.

—Yo también quiero eso.

Se sentía tan bien la reciprocidad, las dos creían que era justamente lo que necesitaban y a partir de ahí, todo iba a salir mejor.

Jimin cambió el tono de la conversación para poder preguntar sobre todo lo que había pasado y así Minjeong le relató el susto que tuvo con su mamá y luego el siguiente con Yunjin. Por suerte la salud de ambas iba mejorando y aunque su mamá estaba muy triste por la muerte de su papá, parecía ir aceptando poco a poco que era lo mejor para él porque su enfermedad lo había debilitado cada vez más.

La conversación fluyó así por varios minutos hasta que alguien tocó su puerta y una de las cuantas empleadas de la casa se asomó en el borde de la puerta para hacerle saber que sus abuelos la estaban esperando para comer.

Asintió y se despidió de Minjeong con la promesa de volver a escribirle, lo que era la mejor idea considerando las horas de diferencia que tenían.

Bajó hasta el comedor principal y ahí se encontró con sus abuelos ya sentados con un plato de entrada esperando por ella también.

Karina no tenía mucho apetito, pero de igual forma se mostró agradecida por la comida. Como era tradición, sus abuelos ocuparon esa comida para interrogarla sobre su término escolar.

—Si te tomas un año para decidir dónde ir y qué estudiar, quizá podrías poner dentro de tus opciones el venir a estudiar acá.

—No creo, me gusta mucho vivir en Corea.

—Pero acá están las mejores universidades. —Su abuelo habló por primera vez. En general el hombre se mantenía muy callado, pero siempre que hablaba todo el mundo se callaba para escucharlo. —Podrías hacer como tu mamá, ella estudió acá y luego se dedicó a manejar los negocios allá. —Bebió de su copa de vino y las dos mujeres en la mesa parecían esperar por una orden para saber si podían hablar o si él seguiría hablando. —O quedarte acá, en algún momento tendré que dar un paso al costado y dudo que tu mamá quiera hacerlo.

—Creo que Jimin no necesita tanta presión en estos momentos.

Karina agradeció la intervención de su abuela porque su abuelo estaba prácticamente enviándola a una universidad y también su futuro trabajo, como si los próximos 10 años de su vida ya estuvieran planificados.

Los platos de entrada salieron y los de fondo entraron, aunque Jimin apenas había probado su comida.

El plato de fondo no fue muy diferente y finalmente eso llamó la atención de su abuela, quien no dejaba de notar los bajos ánimos de su nieta, quien por lo general se encontraba muy feliz al verlos después de mucho tiempo.

—El señor Kim falleció ayer, y su nieta es muy amiga mía y lamento no estar ahí para acompañarla.

—¿Kim? —El abuelo frunció el ceño. —¿Kim Yoosang? Vaya, tenemos algo por lo cual hacer un brindis.

Y para su sorpresa, su abuelo y su abuela chocaron sus copas y bebieron de su vino con felicidad, lo cual para ella fue la gota que rebasó el vaso.

—Necesito saber ¿Por qué me mintieron tantos años con su imagen cariñosa?

Ambos se miraron estupefactos porque el tono con el que su nieta les habló no indicaba ningún tipo de broma.

—¿De qué estás hablando?

Y Karina, con una nueva seguridad, comenzó a enumerar todos los hechos de los cuales se había enterado en las últimas semanas. Desde la mala relación con la familia Kim, hasta la violencia que ejercieron por años con su mamá y finalmente la hija de la cual jamás hablaron.

La cara de sus abuelos palideció, porque jamás habían tenido problema alguno con su nieta y verla así era como revivir todos los problemas que tuvieron con sus hijas hace años atrás.

—Tienes que saber que todo lo que hicimos fue para preservar a nuestra familia. Tu mamá y Jessica contarán siempre su lado de la historia porque se creen víctimas cuando las que cometieron los errores fueron ellas.

—Eran apenas unas niñas y ustedes las separaron.

El abuelo se puso de pie y por primera vez Karina sintió miedo. —Yoo Jimin, no tienes derecho a hablarnos así. Solo estás demostrando ser una malagradecida más.

Jimin sentía su espalda cada vez más pegada al respaldo de la silla. Recordó las cicatrices de su mamá y tenía miedo de terminar de la misma forma.

—Tu abuela y yo hicimos lo que tenía que hacer, cuando las hojas de una planta se marchitan hay que cortarlas antes de que arruine todo.

—No puedo seguir escuchando esto.

Se puso de pie y escuchó a la distancia como su abuela le gritaba para volver a tomar asiento. Caminó tan rápido que llegó a su habitación en tiempo récord y cerró la puerta con llave por temor.

La única mención de Jessica provocó una reacción en ellos que jamás había visto, la versión que su mamá había descrito cuando tuvieron esa conversación sobre su pasado.

Decidió que lo más sensato era llamar a su mamá. Ni siquiera pensó qué hora era en Corea, pero contestó de inmediato, casi como si supiera que su hija estaba en problemas. —¿Qué pasó? —La pregunta indicaba que definitivamente sabía que algo andaba mal.

—Cometí un error, necesito que me compres un boleto para devolverme lo antes posible.

Su mamá lo hizo de inmediato y por suerte Karina no había desempacado. No podía dejar de sentirse como la mujer más estúpida del mundo porque su mamá se lo había advertido, pero incluso así ella intentó darle una oportunidad a sus abuelos. Ahora no le quedaban dudas de absolutamente nada.

Se fue de la casa de sus abuelas como una ladrona, sin despedirse y evitando cualquier contacto con otras personas. Se subió a su uber tan rápido como pudo y llegó al aeropuerto para subirse a un avión en lo que sería el viaje más express de su vida.

────────────────────────────────────

Minjeong tenía mucha vergüenza porque cuando llegó al aeropuerto se encontró con Krystal quien la reconoció de inmediato y se acercó a ella para saludarla. —¿Vienes aquí por lo mismo que yo?

—Eh. —Winter no sabía dónde esconder las flores que tenía en sus manos y Krystal lo notó.

—Siempre te estuve apoyando en silencio. —Krystal le dio un golpecito en la espalda y Minjeong parecía incluso más perdida que antes. —Pero mi hija es incluso más difícil de lo que pensaba.

—¿Usted lo sabe? —Ya no había propósito en hacerse la tonta.

—Las mamás siempre sabemos y estoy muy feliz de saber que Karina encontró a alguien como tú.

Sus mejillas ardían de vergüenza, aunque estaba contenta de saber que era aprobada por la mamá de la chica que tanto le gustaba.

Las puertas se abrieron y las dos vieron de inmediato a una agotada Karina, dos vuelos así de largo en tiempo express no eran fáciles de soportar, pero incluso así se seguía viendo particularmente hermosa.

Karina olvidó todo el cansancio, apenas vio a Winter ahí, parada tímidamente con un ramo de flores que sabía que eran para ella. Corrió en su dirección y se lanzó a sus brazos, levantando su cuerpo para pasar sus piernas alrededor de su cintura.

Hizo exactamente lo que soñó hacer en muchas ocasiones, besó a la chica de sus sueños en un lugar lleno de extraños. La besó y acaparó miradas que dejaron de importarle y todas las sensaciones que tuvo en su cuerpo hicieron exactamente lo que pensó que harían, darle seguridad y aceptar que cuando se amaba hasta el miedo se hacía insignificante.

Supo de inmediato que quería seguir viviendo de esa forma durante todo el tiempo posible.

_____

Fin. 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
lmlo123 #1
Chapter 41: Wow .... muchas gracias señorita lonelynovember, no comento mucho que digamos pero leo tus fics winrina, porque no conozco a las demás parejas, lo siento u.u
UndefinedCharacter
#2
Chapter 40: The end... 🥹
Love that ending scene... Jimin being finally free of her fears and insecurities... Just kissing Minjeong.🥹
And that Krystal and Minjeong interaction is cute! 😁
That travel she made back and forth from her grandparents back to Korea, although it seemed tiring, was necessary point in Jimin's decision making of finally doing what she wants... She did give the grandparents a chance, but they just prove they weren't deserving of it.
Grandpa Kim's passing is sad. But that conversation of him and Minjeong is so heartfelt and very meaningful... I cried... i love that last words Grandpa Kim left... 😭
And Yunjin and Minjeong .. 🥹
I'm glad Minjeong 's mother is safe too!

Great ending! ❤️
tamynl
#3
Chapter 41: Y un dia llego a su fin.
Tubieron el final que merecian tanto en pareja como personas. No tienes ni idea como amo esta historia y como disfrute leerla capitulo a capitulo.
Gracias por compartir esta hermosa historia, no tengas dudas que volvere a leerla. ♡
P.D: Si eso cap extra hay mas winrina te lo agradeceria :)
JavrritJuiget
#4
Chapter 39: Por favor, puede escribir un capítulo separado sobre cómo Tiffany logró la reciprocidad de Taeyeon 🥺🥺
Jinja_ninja #5
Chapter 39: Wait what happening.minjeing didn't shiw up? Must have a good reason.
UndefinedCharacter
#6
Chapter 39: Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
The beginning was full of celebration of victory, of love...
Minjeong finally admitting to her mother about her feelings for Karina...
And Karina telling her mother of her plans after graduating...
Although Yunjin is going through something...
And they were supposed to talk...
😨😨😨
UndefinedCharacter
#7
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#8
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#9
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#10
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️