Tae miró con los ojos muy grandes, pero luego cabeceó sin comprender.

-No todos los descendientes de Yihoon, poseen esta cualidad. –Explicó el cazador.- A decir verdad, son los primeros en 380 años.

Taehyung y yo nos mirábamos sin comprender. Jinyoung nos explicó que recabar la información del brujo y su hechizo, Yihoon y todo eso, llevó muchísimo tiempo. Con las nuevas tecnologías, fue fácil darse cuenta por nuestro ADN, que tenemos “sangre divina”.

-Sigo sin entender por qué vinimos. –Dijo de pronto Taehyung.

-Excelente pregunta. –Lo felicitó Jinyoung. –Ustedes tienen el poder de cambiarlo todo. El cazador estaba sentado plácidamente, de piernas cruzadas. Se reclinó más en el sofá y nos miró.

-¿Cómo dices? –Pregunté un poco aturdida.

-Nos llevó mucho, pero hemos encontrado el contra hechizo. –Explicó. –La sangre “pura”, es decir no pueden tener la sangre corrompida. –Tae miró sin comprender. –Yoongi no puede hacerlo porque es un hombre lobo. Taehyung… -Lo miró. –No lo sé, tuvo sangre de vampiro en sus sistema. Pero tú Hana, tú si puedes.

-¿Si puedo qué?

-Si accedes a realizar el contrahízo. Liberarás a los vampiros y hombres lobo para que sean libres en el mundo. –Sonrió de medio lado. –El contra hechizo no es y complicado, pero requiere… grandes cantidades de sangre divina. –Me miró fijamente.

Me comencé a poner nerviosa.

-¿Por qué yo? –Eres la descendiente de Mina, ella es la madre de la armonía, tú tienes el juicio para saber qué es lo correcto. –Entrelazó sus manos, las apoyó en su pierna y me miró fijamente: -Y bien ¿Qué harás?

-¿Puedo pensarlo? –Pregunté algo nerviosa.

-Por supuesto. Tómate tu tiempo.

Jinyoung se paró y comenzó a  irse.

-Mi deber como cazador es traerte y demostrarte cómo vivimos, cómo son los vampiros y los hombres lobo.

-¿Tú qué harías? –Pregunté mordiéndome el labio, sin caer en cuenta de dónde estaba parada.

-¿Sabes por qué te persiguen los vampiros del norte?

Tenía muchísima información en la cabeza pero aún no podía hacer sinapsis como correspondía. Negué.

-Porque la sangre divina es la clave de todo. Ellos saben que TU sangre, Hana, es la llave a la libertado –Hizo una breve pasa.- Y ellos están dispuestos a desangrarte por su libertad.

Me quedé helada. Tae corrió y me abrazó.

-Yo creo que a veces, vivir bajo una burbuja, es bueno. –Sentenció Jinyoung y se marchó.

 

Me excusé con Taheyung y caminé como un zombie hasta mi cuarto. Me recosté. El mundo giraba y giraba.

La razón por la cual nunca conocí a nadie como JB o Jin es porque son sobrenaturales y solo están en esta ciudad. A su vez, si no hago el contra hechizo, nunca podrán salir… Si me pongo a pensar en que Jin hace 400 años que no puede salir de estas cuadras, me dan ganas de llorar y por el otro lado está Jaebum que es muy joven, tiene una vida por delante y podría salir a recorrer el mundo ¿Y Kookie? Una cosa es ser vampiro, otra muy distinta es ser el novio de mi hermanito y no poder verlo. Creo que Tae moriría lentamente si nunca pudiera volver a ver a Kookie… Si no hiciera el contra hechizo, me iría definitivamente no puedo vivir en la misma ciudad que JB y Seokjin y quedarme con uno de los dos… ¿no puedo, cierto?

Comencé a pensar seriamente en ellos. Creo que lo que más me llama la atención, es que haya podido recordar cosa de mi vida con Seokjin sin que él haya estado cerca. ¿Será que realmente soy su reencarnación?

 

Me encontraba en nuestra casa. Estaba sentada llorando. Tenía en mi mano, la nota que decía que mi amado esposo había muerto en combate. Salí, solo miré al cielo y maldije. Seguí llorando desconsoladamente. Mi vecina se acercó y le mostré el mensaje. Ella me abrazó.  Luego de calmarme un poco.

-Hay un lugar al que debo ir. –Dije y me marché.

Me dirigí hasta el lago en dónde le había contado que estaba embarazada. Y comencé a llorar sin consuelo. De la anda salieron un montón de encapuchados y me secuestraron. Me golpearon en la cabeza y me desmayé.

Cuando abrí los ojos, estaba vestida de blanco, en una jaula. Yihoon estaba también allí, pero él tenía un collar muy extraño.

 -¡O no! ¿Tú también Mina? –Los ojos de mi hermano eran realmente tristes.

-¿Qué sucede?

-Es el maldito brujo –Siseó. –Me puso esta cosa y no puedo transformarme. Se tocó el collar.

Varios hombres entraron a sacarnos de la jaula, luchamos pero igual no logramos nada. Nos llevaron hasta un calabozo extraño, había raros símbolos en el suelo y dos mesas  grandes como camas. Ambas tenían cuatro agarres de cuero. Nos ataron a cada uno en una de las mesas. El brujo se paró entre ambas camas y comenzó a conjurar algo extraño, vi como el cortaba la muñeca a Yihoon y luego a mí. A medida que nuestra sangre tocada el suelo, los símbolos comenzaban a brillar. Hubo un círculo de luz dorada que poco a poco comenzaba a extenderse. Lo último que recuerdo es haber visto a Yihoon, tratando de calmarme con su mirada pero no necesitaba consuelo. Yo solo pensé en que mi hijo y yo seríamos felices porque ya nos reuniríamos con su padre, con mi amado Seokjin.

 

Me desperté agitada, transpirando. Al fin sabía que Mina no se había suicidado. Se lo tenía que decir. Tenía el pecho hinchado por los sentimientos. Ese último segundo de la vida de Mina, lo comprendí: amo a Seokjin. JB es un niño muy travieso, encantador y entretenido, pero yo renací para amarlo y tener una segunda oportunidad con mi príncipe. Nuestro gran amor merece un final feliz. Me puse algo de ropa y salí de mi habitación. Estaba oscuro, no había luz, los Cazadores deberían de estar durmiendo. Salí a la calle y me tomé un taxi. Sabía dónde quedaba la residencia.

Todo iba bien hasta que de pronto… chocamos. Mejor dicho, un auto nos embistió. Yo me golpeé fuerte y me sumergí en el mundo de la oscuridad…

Al despertar… estaba atada a la mesa donde Mina había muerto. Kyungsoo y los otros vampiros estaban allí. Kyungsoo auspiciaba de brujo. Me moví, grité, quise escaparme. Recordé a aquel chico, Kai. Lo miré y le supliqué que me dejara ir. Él tenía lágrimas en sus ojos, se mordió los labios pero solo miró hacia otro lado. Sentí cuando el cuchillo se clavo en mi piel y mi sangre goteaba como una canilla levemente abierta. Al cabo de un rato comencé a marearme, iba a perdiendo las fueras de a poco, iba perdiendo los sentidos… lo perdí todo.

 

Pasaron varios días de eso. Estamos en mi tierra natal. Mis padres… no puedo ni verlos. Todos los hombres lobo que he conocido y casi todos los vampiros están allí, me extrañó ver a Kai. Él se veía realmente afectado. Jihoon y Jay también están allí. Jinyoung y Mark están destruidos; no dejan de murmurar cosas como “lo siento, lo siento” “fue mi culpa”. Yoongi está sentado y cubre su rostro con sus manos, Jimin le acaricia la espalda con ternura mientras lo mira con tristeza. Jungkook abraza a Taetae que no puede parar de llorar desconsolado. Jaebum estaba realmente triste y enojado. Seokjin se acercó lentamente a mi ataúd:

-Estos días que pasamos juntos… me volví a sentir vivo. –Se besó los dedos y los posó sobre mis labios. – Te seguiré esperando hasta la próxima reencarnación, princesa.