Primera parte

Almas gemelas

Xiumin y Luhan celebraban su primer aniversario, en la casa de Luhan. Un piso pequeño, pero acogedor decorado con fotos de los dos  y muebles no muy viejos.

Aunque fueran jóvenes se amaban intensamente. Siempre estaban juntos. La misma universidad, las mismas clases, los mismos amigos. Si estar todos los días juntos agobiaba a las demás parejas a ellos les pasaba lo contrario. Cuanto más se veían más se querían.

Eran almas gemelas hechas el uno para el otro. Se acoplaban al otro como si sus almas estuvieran hechas a medida, esperado  que se complementen.

-Esto solamente es el principio, todavía nos quedan mucho, muchísimos años, juntos. Brindaron con zumo de naranja. Se querrían mucho, pero  no tenían tanto dinero como para comprar champán. La cena consistía en lasaña de carne y una ensalada. Aunque no fuera la comida más deseada en una celebración tan importante para ellos, era la mejor cita que habían tenido. No es porque sus citas fueran un desastre, ni nada de eso. Hoy hacían su primer año. Un año lleno de recuerdos. Con tan solo un año sabían que su amor duraría toda la vida. Por esa razón Xiumin hoy le pediría matrimonio a Luhan. Sabía perfectamente que le diría que sí, aun así estaba totalmente nervioso. Ni siquiera el día que le pidió salir lo estaba tanto. Sus padres le habían dicho que era muy precipitado. Que solo llevaban un año, pero en tan solo esos doce meses Xiumin había descartado toda idea de pasar la vida sin su lulu. No es que sus padres no aceptaran a Luhan, porque le querían como al hijo que pronto sería, solamente no querían que se casaran tan jóvenes y con el paso de los años perdiera  el interés y el amor, como les pasó a ellos.

-Este mismo día hace tan solo un año, cuando empezamos a salir, no tenía ni la más mínima idea de cómo acabaríamos.  Siempre me quedó embobado pensando nuestro futuro, soñando despierto en una casa para los dos, hijos, como serán. Si tendrán tu pelo, o mis ojos. Si serán tan amables como tú. O tan infantiles. Luego caigo en que tendríamos que adoptar, así que no se parecerán a nosotros. Pero eso me da igual, mientras podamos cuidarlos juntos.- Dijo Luhan. Xiumin sabía que había llegado el momento. Le cogió la mano. –Luhan sabes que eres la persona más importante para mí. Sin ti mi vida sería aburrida y monótona. Ni si quiera sería feliz. Sé que hasta después de la muerte te querré. Hazme el hombre más feliz ahora y yo me encargaré de hacerte feliz durante el resto de mi existencia. Xiumin sacó el añillo más bonito que Luhan ha visto nunca. -¿Quieres casarte conmigo? Luhan lloraba como nunca. Él también quería estar el resto de su existencia con Xiumin. Para siempre. – ¡Sí!  Grito dándole besos por toda la cara- Me encantaría casarme contigo y poder verte despertar todos los días de mi vida. Escucharte cantar en la ducha y hacerte el desayuno. Te quiero. Ahora Xiumin también lloraba. No dijeron nada más. No hacían falta palabras.

Se despertó y miro el reloj que tenía en la mesita de noche. Las siete. Todavía le quedaba media hora para levantarse, pero se había desvelado. Miro a su izquierda. Xiumin todavía dormía. Los recuerdos de ayer por la noche le vinieron a la mente. Se iban a casar. Lo mejor vino después de la propuesta. Xiumin le demostró todo su amor en la cama. Cada roce, cada beso, cada caricia estaban impregnados de todo el amor que sentían.

Todas y cada una de las palabras que Xiumin le prometió se habían cumplido. Ayer prometió una nueva. Le haría feliz el resto de su existencia. La estaba cumpliendo incluso desde antes de hacerla. Entre tanta cavilación llegaron las siete y media, y el despertador sonó.  Luhan pego un bote y Xiumin se empezó a reír. – Estás en la inopia. Luhan le dio el beso de buenos días y se prepararon para las clases.

 

Las tres primeras horas habían pasado volando. Luhan casi no notó el tiempo. Encima tenía un mal presentimiento desde que le dio el beso a Xiumin. Seguramente son los nervios de la boda. Pensó. En la cafetería todos sus amigos habían empezado  preguntar. Parecían viejas marujas. -¿Como es el anillo? Baekhyun parecía más entusiasmado que Luhan. – No preguntes por el anillo, Baekhyun, mejor saber si hubo o. –Jongin eres un perturbado ual. Todos se apiadaron de su pobre novio kyungsoo, por tener que aguantar sus  guarradas. – Además a ti que más te da. Kris era el único que con la noticia  había reaccionado  normal.  Aunque bueno Kris era Kris. La reacción de Chanyeol les había dejado de piedra. En cuanto les dijeron que se iban a casar, Chanyeol se puso a llorar y a gritar como loco que sus “papis” se iban a casar. Incluso le dijo a Baekhyun que quería casarse con él. Causando que Baekhyun le pegara una colleja en la cabeza.

Después de darles la noticia Xiumin se tuvo que ir a hacerse unos análisis. Luhan quería acompañarle, pero Xiumin no  quería que perdiera clases.

Al salir del hospital Xiumin se encontró con un vagabundo. Le compró un bocadillo y le acompaño mientras comía. Siempre era bueno y amable con la gente. – Pareces joven, tú no tendrías que vivir así. Puedes buscar ayuda. – Todavía soy menor y no tengo familia. Vivo como puedo y gracias a la gente como tú, todavía estoy vivo.-¿Cómo te llamas? Xiumin quería proteger a este chico. Le llevaría a su casa y le cuidaría hasta que pudiera valerse por sí solo. A Luhan seguramente no le guste la idea. Una vez había llevado a un vagabundo a su casa para cuidarlo, pero cuando volvió de la universidad, el vagabundo no estaba y sus ahorros y cosas de valor tampoco.- Sehun. Le dijo el chico. –Yo soy Xiumin. Vamos a mi casa, ahí podrás comer y ducharte.-¿De verdad? ¿No tienes miedo de que pueda intentar matarte o robarte?-No pareces de esos.

Los dos iban por las calles de Seúl, cuando Sehun grito. Xiumin miró, pero ya era demasiado tarde, el camión que se había salido de la carretera, se llevo por delante a los dos chicos.

 

Xiumin se despertó. La habitación era blanca. Un blanco inmaculado. Olía a productos químicos y le dolía todo el cuerpo. Pensó que hacía allí, y todos los recuerdos vinieron de repente. Le había atropellado un camión. Tenía la sensación de que dolería, así que cerró los ojos. Al no sentir nada los abrió. Un chico, con una túnica blanca, le sonreía.¿Por que tenía alas? – ¡Dios mío tenia alas! Miro alrededor. Todo el suelo estaba cubierto de nubes. Estaban encima de una nube. Miro hacia arriba y el cielo era blanco. Todo era blanco, hasta el escritorio desde donde le miraba aquel chico con alas. Todo excepto las puertas más grandes que había visto en su vida. Algo le impulsaba a ir hacia ellas. Se sentía tan bien, tan relajante. Dio un paso y luego otro, cuando iba a dar el tercero la voz del chico lo paró. – Alto xiumin. Tú no tendrías que estar aquí. -¿Quién eres y porque sabes mi nombre? Xiumin se temía por donde iban los tiros. No podía estar muerto. ¿Qué  pasaría con Luhan? La boda. Sus padres. Tenía muchas experiencias por vivir. No quería morir. Por primera vez en toda su vida, se arrepintió de haber ayudado a ese chico. Xiumin empezó a llorar.- Soy Suho, el guardián de la puerta. Todo aquel que entra por esa puerta no puede volver a la tierra. Son las puertas del cielo. El chico al que ayudaste acaba de entrar. –Suho, yo no puedo haber muerto. Necesito volver. Necesito ver a Luhan. Suho señaló una pared blanca y una imagen apareció. La calle donde lo habían atropellado. Xiumin y Sehun estaban tirados en la acera. La gente miraba y la policía intentaba dispersarla. Luhan estaba allí. Lloraba. Xiumin nunca había visto la mirada de Luhan tan vacia. Su cara solo expresaba dolor. Xiumin ya no estaba, lo había perdido todo. Le cogía de la mano fuerte. Esto no podía estar pasando. Solo era una mala pesadilla ¿Verdad? Deseo que lo fuera. Que cuando despertara Xiumin estuviera en el lado izquierdo de la cama y se riera de el por haberse asustado con la alarma. Xiumin había muerto y Luhan también. Por lo menos ya no quedaba nada vivo en su corazón.

Xiumin miro a Suho. ¿Por qué le enseñaba eso? ¿Acaso quería destrozarle más? No quería cruzar esas puertas, ya no. El cielo no sería el cielo sin Luhan. – Xiumin, tú no tendrías que estar aquí. Todavía no es tu hora. - ¿Quiere decir eso que puedo volver a la tierra? ¿Con Luhan y mi familia? – Creo que eso será difícil. Han incinerado tu cuerpo. Podrás volver, pero  no podrás ser Xiumin.

Y eso le traía a esa habitación. Había vuelto a vivir. ¿Sería verdad o se habría quedado dormido mientras le hacían los análisis y ni si quiera había conocido a Sehun? Se levanto y lo primero que hizo fue mirarse en un espejo. Se veía con cara de espanto. No podía ser. El guardián le había dicho que Sehun había pasado al cielo, sin embargo ahí estaba el, con su cuerpo. Llevabas la ropa del hospital, Gracias al cielo. Y nunca mejor dicho. Se baño y espero que alguna enfermera viniera. Cinco minutos después apareció alguien, aunque no era quien esperaba. -Suho ¿Qué haces aquí? –He venido a vigilarte. Ya sabes para guiarte por el buen camino. Ahora ya no eres Xiumin , eres Oh Sehun.-Pero Sehun era un vagabundo. ¿Quiere decir eso que tendré que vivir como él? – No, puedes buscar un trabajo y una casa, pero no podrás ver a tus padres y a tus antiguos amigos. A no ser que les conozcas como Oh Sehun. –Pero eso quiere decir que ya no volveré a estar con Luhan. ¡Nos íbamos a casar! Él había pensado en hijos. Querían que fueran como yo. Xiumin lloraba. Quería salir corriendo y decirle a Luhan que estaba vivo, pero lo más probables fuera que no le creyese, y menos con estas pintas. Suho dejo que Xiumin se desahogara y luego firmando como su tutor legal salieron del hospital. Suho le explico que se quedaría con él hasta que su vida se normalizara un poco, o hasta  que cumpliera la mayoría de edad. Ni si quiera sabia cuando sería eso, pero Suho le dijo que sería en unos cuantos meses. Xiumin recordó que un piso más debajo de la casa de Luhan se vendía. Le pidió a Suho que compraran la casa. Le hizó caso, por lo menos gracias al guardián podía vivir en una casa. Cuando llegaron se pusieron a buscar trabajo. Para Suho todo era fácil era el guardián, un ángel. Todo lo que quisiera lo podría tener.

Habían pasado tres días desde que compraron la casa. Y ni un día  Xiumin había podido ver a Luhan. Suho Había encontrado trabajo como profesor en la universidad donde asistiría Xiumin. La tapadera sería que Joonmyun (Suho) era el hermano mayor de Sehun( Xiumin). Eran coreanos y sus padres habían fallecido en un accidente, dejando a Joonmyun como tutor legal de Sehun hasta que cumpliera la mayoría de edad. Como Xiumin ahora tenía veinte años, no podía ir a las mismas clases que Luhan. Por lo menos Jongin estaría en sus clases. Aunque no sabía si eso sería bueno o malo.

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