Eran alrededor de las 9 de la noche, y en el típico puesto de comida en las calles de Seúl, se encontraba un hombre nervioso que miraba de vez en cuando su reloj. Su mente estaba llena de preocupación, no sabía si esto era lo correcto, mucho menos si recibiría una respuesta a su petición… lo que paso fue hace tanto años… ¿esa persona lo recordara al menos?

Flashback

                 Hace ya unos 15 años, Sooman, con varios años menos, caminaba por el bosque en busca de inspiración… había abierto una empresa que estaba ganando popularidad y de sus decisiones dependía directamente la gloria o el total fracaso.

                 Sin darse cuenta sus pies lo llevaron a un hermoso claro, pero no estaba solo en el lugar, sino que dos figuras lo acompañaban, aunque estas no se dieron cuenta de su presencia.

-          ¿Qué haces aquí? - reclamo una chica, que no tendría más de quince años, su cabello era castaño y su rostro no mostraba expresión alguna

-          ¿Acaso no puedo ver a mi hermana? - un hombre mayor le hablaba con aires de superioridad, su voz desbordaba arrogancia al igual que su postura - nuestro padre desea que regreses

-          Yo no tengo familia, deja ese estúpido juego - la chica se giró para alejarse, pero el chico no le permitiría ir tan pronto

-          ¡Me perteneces Soorin! - grito claramente molesto

-          Yo soy libre, ya pague mi deuda con tu familia

-          ¡No permitiré que me abandones! - el chico corrió a abrazarla por la espalda, parecía típica escena de drama o romance, la situación no podía asombrar más a Sooman, ni irritar más a la chica, pero no fue todo, de pronto su cuerpo cayo como costal al suelo sin poder moverse, mientras podía apreciarse claramente un cuchillo, que parecía antiguo clavado en la mitad de su espalda - si no me servirás a mí, no le servirás a nadie, una vez poseo algo nunca lo abandono, ni siquiera una criatura divina puede escapar a esa regla

-          ¡Mal-maldito! - con intentos desesperados intentaba llegar al cuchillo y quitarlo, pero le era imposible y cada segundo que pasaba su cuerpo se hacía más pesado y su visión borrosa - re-retíralo

-          No lo hare, al menos que aceptes quedarte por siempre a mi lado

-          N-nunca

-          Entonces morirás - comenzó a reír mientras se iba - ese cuchillo drenara hasta tu última gota de energía vital, será largo y como sabes soy alguien ocupado, volveré en unas horas, cuídate mucho Soorin

-          M-maldita sea

                 Sooman no sabía que estaba pasando, mejor dicho sabia, pero no podía creerlo… ¿un drama, una película quizá? No sabía que ocurría… ¿esto era real? Al ver la sangre salir de la espalda de la chica desidia ayudar, pero antes de moverse vio como unas colas le aparecieron a la muchacha, la impresión pudo más y quedo congelado en el lugar.

-          ¡No puedo terminar así! - el grito de la chica lo regreso a la realidad, las colas habían desaparecido y ahora era lagrimas las que caían de los ojos de la muchacha lo que llamo su atención… se veía tan indefensa… pero parecía no resignarse a su lógico destino - no puedo morir, no quiero morir…

                 Eso fue todo, sin saber de dónde salió su valor el hombre camino hasta la muchacha, que estaba ida y no noto su presencia, sin pensarlo dos veces arranco el cuchillo provocando un grito de dolor de la muchacha… quien dejo de moverse y su mirada estaba perdida.

-          Este no puede ser ¿no la mate yo, cierto?

-          No lo has hecho - detrás del chico escucho una voz, sorprendiéndose al ver a la muchacha, que segundos antes estaba tendida en el suelo, estoy en deuda contigo ¿Cómo te llamas?

-          Lee Sooman

-          Bueno, Lee, si alguna vez necesitas algo de mí - la muchacha estiro el brazo, donde estaba una pequeña botella de vidrio con un líquido celeste - rompe esta botella y apareceré a tu lado, siempre pago mis promesas - comenzó a alejarse caminando, como si nada hubiera pasado

-          ¡Cómo sé que puedo confiar en ti!

-          Porque yo en ti confió - susurro antes de desaparecer entre la hierba, junto al cuchillo que con ella se había llevado.

                 Luego de eso Sooman regreso a su cabaña y se recostó, al día siguiente pensó que era un simple sueño, pero la botella demostraba lo contrario, una pequeña y estaba unida a una cadena… eso fue real, ahora tenía el apoyo de una criatura divina.

                 Al regresar a la ciudad investigo todo lo que pudo acerca de mujeres con cola, resultado Gumiho, monstruo que devora humanos… antes de arriesgarse prefirió olvidar todos y los años siguieron pasando…

Fin flashback

                 Pero ahora necesita la ayuda de alguien que no sea un humano normal, para proteger a 9 de sus trabajadores, o hijas como este las ve, y por más que lo piense y medite, solo una persona se le viene a la cabeza.

                 Hace una hora llego al lugar, y como la muchacha le dijo rompió la botella y comenzó a esperar, sin embargo… ¿Cuáles eran las posibilidades de que llegara?... ya habían pasado tantos años…

-          No creí que llamarías… - la voz de una chica lo sacó de sus pensamientos, al principio temió voltearse, pero cuando lo hizo se encontró con la misma expresión de blanco de hace años, pero esta vez se veía mayor, aunque no era demasiado - pensé que morirías y tendría que buscar un descendiente o algo así para pagar mi deuda

-          La-lamento la tardanza

-          No debes disculparte - la muchacha se sentó frente a el

-          ¿Algo de comer? - pregunto el hombre tímidamente

-          Comí antes de venir aquí - Sooman estaba cautivado por la mujer frente a él, tenía un aire bastante peculiar, era capaz de entregarle paz, pero a la vez lo asustaba, muchos de los demás presentes habían llevado su mirada a ella, quedando cautivados bajo su presencia, su ropa era bastante normal, abrigo y botas negras, camisa y pantalón blanco, alguno que otro accesorio y nada más, muy sencillo pero en ella espectacular - para que me necesitas

-          Quiero que… - al parecer la chica quería ir directo al grano, y él no tenía ninguna intención de negárselo - quiero que protejas a uno de los grupos que trabaja para mi

-          Se lo que quieres, pero ¿estás seguro?

-          ¿Cómo lo sabes?

-          Prácticamente lo gritas en tu mente - se rio un poco - quizá debas investigar kitsune en vez de gumiho

-          ¿Eres un kitsune?

-          Ni uno ni lo otro, en el fondo son solo nombres - la muchacha miro al cielo suspirando - los humanos tienen el mal hábito de querer poner nombre a todo, como si eso le diera una clase de poder sobre las cosas - se rio nuevamente - son criaturas bastante posesivas

-          ¿Me ayudaras?

-          Claro, es algo sumamente simple - la muchacha se levantó nuevamente - ¿cuándo comienzo?

-          El lunes… - la chica comenzó a alejarse, mientras él se paró de golpe para seguirla - ¿no quieres saber de qué se trata?

-          Guardaespaldas de SNSD, 9 chicas muy diferentes, distintas amenazas ellas no saben nada, planeas decirle mañana que contrataras un mayordomo para que las cuide

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