Couple: SeoRi.

Género: Angst.

-Cambiaré cariño. Lo prometo –aseguró una morena mientras tomaba las manos de una castaña de su misma altura entre las suyas.

-Cuántas veces te he oído decir lo mismo? –preguntó la castaña con su voz apagada y lágrimas en los ojos. 

-Lo haré esta vez. Lo prometo, lo prometo –los ojos suplicantes de la morena ablandaron el corazón de la castaña… una vez más.

-Seohyun, ¿estás bien? –la voz preocupada de su amiga sacó a Seohyun de sus pensamientos. La castaña forzó una sonrisa antes de asentir con su cabeza en respuesta.

-Estás segura? Parecías preocupada por algo –comentó la más bajita mientras preparaba dos tazas de té para ambas.

-Lo estoy Sunny –afirmó Seohyun sin atreverse a mirar a su amiga a los ojos. Temía que su mentira fuese descubierta.

La castaña salió de la cocina antes de que la rubia quisiera preguntar más. Caminó hacia la sala y se sentó frente a la televisión para pasar el tiempo hasta que su amiga llegara.

Cambiaba aburrida los canales sin nada que atrajera su atención, hasta que el sonido de su teléfono celular detuvo su acción. Observó el aparato antes de contestar. Ella estaba llamando.

Contuvo la respiración por un momento, calmando a su corazón, preparándolo para lo que vendría.

-Yuri

-Seohyun, cielo, tendrás que perdonarme pero no podré salir del trabajo a tiempo esta noche para ir a cenar

La castaña suspiró. “¿Otra vez esa excusa?” Pensó y preguntó con falsa preocupación. –Suenas agitada, ¿estás bien?

-S-sí. Yo… E-estaba corriendo –Seohyun rodó sus ojos. “Ya no eres tan brillante”

-Corriendo?

-M-mi jefe… él… quería unas cosas y yo fui a buscarlas y… corrí

-Oh… –fue todo lo que salió de los labios de Seohyun, formando entre ambas un profundo silencio.

-Debo dejarte, cariño. Ya sabes, el trabajo es trabajo. –comentó Yuri con un tono más animado y seguro en su voz.

-Sí, lo sé. Adiós

-Adiós cariño, te veré mañana por la mañana. No me esperes despierta esta noche. Recuerda que te amo. –Sin esperar más, la mayor terminó la llamada.

-También te amo –susurró Seohyun con su teléfono aún contra su oreja.

Sunny llegó sonriendo a la sala con dos tazas de té sobre una bandeja de plata. Dejó la bandeja en la pequeña mesa frente al televisor y le dio a Seohyun una de las tazas.

La menor agradeció el gesto con una débil sonrisa. Esa llamada de Yuri despertó en ella los sentimientos agridulces que sufría con la morena desde los inicios de su relación.

Por supuesto, el silencio en el que se había hundido la castaña no había pasado desapercibido para Sunny, quien sólo se dedicó a observarla en silencio terminar su té mientras sus ojos se perdían en algún punto fijo.

“El día en que puedas sacarla de tu corazón dejaras de lastimarte tanto” Pensó la rubia. Conocía muy bien la clase de persona que era la novia de su amiga y lamentaba el haber sido ella quien las presentó aquella mañana.

Los minutos transcurrieron con la misma tranquilidad entre las mujeres. Ambas en silencio, ambas con un pensamiento distinto en su cabeza, pero siempre con la misma persona en su mente.

-Qué excusa utilizó esta vez? –preguntó inesperadamente Sunny. Seohyun movió sus ojos hacia la rubia, otorgándole una mirada de confusión.

-A qué te refieres?

-Sabes de lo que hablo –replicó Sunny mirándola seriamente.

Seohyun entendía lo que su amiga preguntaba, sin embargo admitirlo en voz alta era completamente distinto a aceptarlo.

-No, no lo sé. Y ahora si me disculpas, debo irme.

La castaña se puso de pie y caminó con paso rápido hacia la puerta pero antes de siquiera abrirla, una mano agarrando la suya detuvo su andar.

-No quiero que sigas haciéndote daño –la voz de Sunny salió casi como un susurro de sus labios.

-No puedo alejarme de ella –fue lo último que dijo Seohyun antes de salir definitivamente por la puerta de la casa de la rubia. Con paso apresurado se dirigió hacia su automóvil y abandonó el lugar.

En menos de veinte minutos, la castaña ya se encontraba en su sofá favorito frente a la chimenea que había en el lujoso departamento que compartía con su novia.

Las llamas lograron regresarla en el tiempo, llegando al día en que conoció al amor de su vida.

(FlashBack)

-Seohyun, ven conmigo. Quiero presentarte a alguien –dijo animadamente una rubia de baja estatura a su amiga mientras tomaba su mano. La castaña simplemente asintió sonriendo y se dejó guiar por la mayor. Salieron de la biblioteca preferida de la menor y cruzaron el campus casi corriendo.

La rubia caminaba tan rápido que Seohyun se vio obligada a seguir su paso de igual manera haciendo que sin notarlo, la castaña comenzara a correr.

Pronto, Sunny divisó a la persona en cuestión. Soltó la mano de Seohyun y dejó de correr para arreglar su desaliñado cabello, pues junto a la morena que quería presentarle a su amiga se encontraba aquella otra morena de largas piernas que le robaba suspiros.

Desafortunadamente, Seohyun no supo que su amiga había liberado su mano, así que siguió corriendo sin parar, y cuando por fin había notado la falta de Sunny era demasiado tarde. Sus piernas continuaron moviéndose por el mismo camino, y su cuerpo impactó contra otro.

El golpe fue tal que la persona con quien Seohyun había chocado terminó sentada en el suelo con la castaña sobre su cuerpo.

Al ver lo que su amiga había hecho, Sunny se apresuró y ayudó a Seohyun a levantarse pasando a un lado de la otra morena que seguía sus acciones atentamente con una sonrisa en los labios.

-¡Seohyun! Cielos, deberías ser más cuidadosa –reprendió la mayor de todas a su amiga, sin embargo, no fue oída por ella.

Todos los sentidos de la castaña fueron ocupados por la morena que estaba mirándola aún desde el piso.

-Lo siento –se disculpó Seohyun con un sutil sonrojo en sus mejillas mientras tendía su mano a la joven que tenía enfrente.

La morena negó levemente y aceptó gustosa la mano de la castaña. Con una sonrisa coqueta preguntó a la menor.

-Estoy bien. ¿Tú te encuentras bien?

-S-sí… Lo siento –dijo Seohyun tímida por la belleza de la morena.

-Deja de disculparte que no ha sido nada –pidió sonriendo ampliamente.

La única rubia presente sonrió divertida por la actitud de su amiga olvidándose de la presencia de la otra morena y las presentó.

-Seohyun, ella es Yuri, mi compañera de laboratorio. Ella es la chica que te quería presentar

- Bonito nombre, Seohyun –comentó Yuri logrando que las mejillas de la nombrada volvieran a tener un ligero color carmesí.

Seohyun agradeció con un apenas audible “Gracias” y una cálida sonrisa que robó más que la atención de Yuri.

-Al parecer somos el ‘mal tercio’ aquí –dijo Sooyoung mirando fijamente a Sunny. La rubia sintió su corazón temblar al ser el blanco de los ojos de esa morena.

-Deberíamos dejarlas solas entonces –sugirió intentando no tartamudear.

Sooyoung sonrió ampliamente y extendió su mano a la mayor. Sunny, sonrojada, aceptó el gesto y dejó a su amiga con Yuri sin tener idea de la clase de persona que era realmente la morena.

(Fin FlashBack)

El corazón de Seohyun tembló ante el recuerdo de aquel día. Fue a partir de ese momento en que su vida dejó de ser la misma. Después de ese día, todo en ella cambió. Se volvió una persona diferente, y todo por Yuri.

Si sonreía era por pensar en Yuri, si hablaba era sobre Yuri, si se sentía feliz era por estar con Yuri, si se reía era por Yuri… Y su sufrimiento era también provocado por Yuri.

Seohyun se levantó de su sofá y se dirigió hacia su dormitorio. Cambió sus ropas por su pijama y se metió a la cama. 01:06 am era la hora que marcaba el reloj que estaba sobre el mueble a un lado de su cama. Las horas habían pasado sin siquiera notarlo.

Poco a poco, sintió sus parpados más pesados hasta el punto en que terminó totalmente dormida.

Seohyun durmió plácidamente sólo por tres horas, ya que el sonido del motor de un auto encenderse y la puerta del departamento abrirse rompió el silencio que había en el lugar y logró despertar a la castaña.

En cuestión de minutos, la puerta de la habitación se abrió revelando a una joven y sonriente morena que entraba sin su saco y con su camisa desaliñada.

Yuri observó a su novia, lo que le hizo dejar de sonreír en el acto. Pensando que ésta se encontraba dormida, se acercó a ella, se inclinó y susurró con voz quebrada “Lo siento” mientras acariciaba su mejilla.

Yuri se puso de pie y se dirigió al baño para darse una ducha antes de volver a la cama con su novia. No podría tocarla nuevamente si se sentía así de sucia.

Una vez que la morena cerró la puerta, Seohyun abrió lentamente los ojos y clavó su mirada en el techo de su habitación.

Cuando Yuri se acercó a ella, el aroma a perfume de fresas llegó a su nariz. “¿Habrá sido con tu secretaria… o la de tu jefe?” se preguntó en su mente sintiendo dos lágrimas rodar por sus mejillas.

Seohyun escuchó el ruido del agua caer y limpió sus lágrimas con el dorso de sus manos. Giró su cuerpo y cerró nuevamente sus ojos, esperando que mañana fuese diferente.

No puedo dejarte, no puedo alejarme de ti. Mi corazón no resistiría un segundo sin tu presencia para acompañarme, y sé que tú tampoco sobrevivirías sin mí. De otra forma, ¿por qué siempre regresas a mí? ¿Por qué después de acostarte con ellas vuelves siempre a mis brazos?

Me amas y yo te amo, eso es todo lo que importa. Ya las he aceptado como una parte de nuestra vida.

Pero a pesar de aceptar éste lado tuyo, aún tengo la esperanza de que algún día cambies y dejes de lastimar de esta manera a mi corazón.