Ep 1.

Blackcat.
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01: Minjeong y Aeri.

Parte 01: Almas.

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Minjeong y Aeri se habían criado toda la vida juntas. Habían sido asignadas al mismo orfanato de almas, la misma habitación y la misma litera. Terminaron en la misma guardería y luego en la misma clase.

Sus personalidades no eran parecidas, Aeri era mucho más sociable y animada, en cambio, Minjeong era reservada e incluso un poco miedosa. De igual forma lograban complementarse perfectamente.

Cuando cumplieron los cinco años sus auras comenzaron a notarse y por ende era necesario que inicien sus clases de transformaciones.

Su primera profesora de transformaciones fue la señorita Dani. Un alma de unos treinta años que incentivaba a sus alumnos a transformarse a plantas, flores y a los más avanzados en pequeños insectos.

Minjeong estaba muy feliz cuando logró transformarse por primera vez en un trébol de cuatro hojas.

—¡Felicidades! —Exclamó la señorita Dani. —¿Sabías que los humanos creen que los tréboles de cuatro hojas otorgan suerte? —Minjeong volvió rápidamente a su forma de alma y negó con su pequeña cabeza. Conocía muy poco de los humanos, pero sabía que ellos existían para ayudarlos y es por eso que cada vez que un alma lograba conectar de alguna forma con los gustos de los humanos, recibían grandes alabanzas.

—Oh no, Aeri. —La atención de la señorita Dani se desvió rápidamente hasta su mejor amiga, quien se había transformado en un deforme cactus. —Los cactus tienen espinas, no queremos lastimar a nuestros humanos, ¿verdad?

La pequeña se devolvió a su forma natural y pateó su silla.

Esa noche las dos durmieron en la cama de abajo, Aeri lloró en el pecho de Minjeong porque no se sentía capaz de hacer las cosas bien.

—¡Estúpidos humanos! —Se quejó, apretando el pijama de su amiga. —¿Por qué tenemos que hacer todo por ellos? Ellos ni siquiera valoran nuestro esfuerzo.

Minjeong no dijo nada, ella también era muy pequeña como para entender la dinámica entre las almas y los humanos, pero sabía que no le gustaba ver a su amiga triste y si eran los humanos los causantes de su tristeza, entonces a ella tampoco le gustaban.

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Ya tenían nueve y diez años respectivamente, cuando empezaron a entender algunas cosas con mayor claridad.

El profesor Christopher, un alma de unos 80 años cuyo brillo no era tan fuerte como el de la señorita Dani había sido el encargado de explicarles.

Minjeong, Aeri y otros diez niños alma se sentaron en un círculo alrededor del profesor.

—Mientras más viejo me pongo, más sencillo creo que es el asunto. —El profesor tenía una larga barba que acariciaba con su mano derecha mientras hablaba al grupo de niños. —Los humanos, ellos viven debajo de nosotros. —Apuntó al suelo e instintivamente todas las almas miraron en esa dirección, topándose únicamente con la alfombra roja en la que estaban sentados. —Viven en un lugar al que llaman tierra. Es bastante parecido a aquí, aunque un poco más oscuro y triste. —Algunos de los niños se llevaron las manos a la boca y suspiraron sorprendidos. Minjeong volteó a mirar a Aeri, notando que, por el contrario, su mejor amiga parecía entusiasmada de escuchar eso. —Los niños de su edad van a la escuela, aprenden de números, ciencias y literatura. Las escuelas no son seguras para todos, algunos niños lloran por los pasillos.

—¿No los inyectan con alegría? —Mariah, una de sus compañeras más felices y con el aura más rosada de todas, preguntó con clara preocupación.

—No.

Nuevamente, todos gritaron sin creer lo que estaban escuchando.

—Ustedes son almas, queridos. Ustedes pueden absorber todos los sentimientos positivos que nosotros tenemos a su disposición, los humanos funcionan de forma diferente. —Christopher se puso de pie y caminó con lentitud alrededor de los niños. —Sé que es difícil de comprender, a medida en que crezcan van a entender mejor a los humanos, ellos tienen almas pequeñas y en su mundo hay muchas cosas que destruyen sus almas. —El profesor tomó una larga y profunda pausa. —Algunos, algunos están completamente vacíos.

A esa altura Mariah ya estaba llena de lágrimas y el profesor tuvo que llamar ayuda de un alma curandera para que se la lleve a la enfermería.

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Minjeong intentaba dormir, pero la luz no la dejaba. Colgó su cabeza por el borde de su cama y vio que en la de abajo se encontraba Aeri, todavía leyendo un libro que se veía viejísimo.

—No me dejas dormir.

Aeri dio un salto de susto, estaba tan concentrada en su lectura que no se había percatado de la falta de sueño que estaba provocando en su mejor amiga.

Ahora no compartían la habitación con nadie, pero tampoco se habían dignado en entregarles una cama individual a cada una, sino que seguían teniendo que compartir esa incómoda litera.

—Ven aquí.

Minjeong dudó por un momento, el color de Aeri estaba tomando un azul un tanto oscuro, muy distinto al habitual celeste que solía emanar, lo que significaba que lo que sea que estuviera leyendo, probablemente estaba afectando a sus sentimientos.

Pero el alma menor no podía decirle que no y terminó bajando hasta la cama de abajo para acomodarse al lado de ella.

—¡Aeri! Ese es un libro prohibido.

La portada de color negro lo indicaba. Había sectores de la biblioteca en los que no se les permitía entrar y así mismo, libros que se supone no deben leer.

—Lo sé, pero no pude evitarlo.

Minjeong observó el título "Humanos: Todo lo que tienes que saber" y arrugó su nariz. Ya tenían once y doce años respectivamente y desde esa clase con el profesor Christopher, Aeri estaba completamente obsesionada con los humanos.

—Aquí dice que los humanos no son tan buenos como pensábamos.

—Pero eso lo sabemos, para eso existimos nosotros ¿No? Para que ellos sean felices.

Aeri cerró el libro y se puso de lado para que de esa forma ambas pudieran verse de frente.

—Minjeong, los humanos son realmente malos. Algunos de ellos tienen armas y se matan para conseguir cosas o porque alguien no es de su agrado, incluso algunos terminan con sus propias vidas.

La menor de las dos almas comenzó a sentirse asustada, pero luego recordó que ahí no había ningún humano que pudiera hacerle daño.

—¿Por qué terminarían con sus propias vidas? —Minjeong recordó a Mariah, que había llorado cuando escuchó que algunos humanos no tenían almas y sintió parte de su angustia.

—Porque no le encuentran sentido a la vida o porque otros humanos les hicieron tanto daño que se sienten incapaces de continuar.

Una lágrima rodó por el pálido rostro de Minjeong y Aeri sintió culpa inmediata. Metió el libro dentro de un cajón de su velador y después abrazó a la delgada niña con mucha fuerza. —Tranquila, te prometo que mientras estemos juntas nadie nos podrá hacer daño, ni siquiera un humano.

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Sakura, una Alma de unos 27 años era la nueva maestra de la clase "Almas: El propósito"

—Buenos días, estoy muy feliz de que ustedes sean mi primera clase. Mi nombre es Sakura Miyawaki. Tengo 27 años y hace unos cuantos me gradué de esta misma escuela con honores. —La profesora tenía un aura de un color verde algo desgastado. —Hace cuatro meses volví de la tierra, mi tercera misión. —Alzó su pecho, demostrando las tres insignias que tenía pegadas a su uniforme. —Como verán, mi aura está un poco desgastada y los curanderos creen que antes de ir a mi próxima misión sería bueno que me tome un tiempo para recargarme, no me podía quedar tranquila, así que me asignaron enseñar esta clase.

La joven profesora caminó por el aula, reconociendo los colores de las distintas auras de las almas presentes. Se detuvo de golpe a un costado de Aeri, notando que la suya era la que menos brillaba entre todos sus compañeros.

—Quiero que abran su libro en la página 28. —Solicitó y todos los presentes movieron sus libros haciendo un ruido que resonó en el aula.

La página tenía algunas ilustraciones. Había una imagen de un cuerpo de un humano, el cual era igual al de las almas, excepto porque no tenían un aura a su alrededor.

—Como pueden ver, los humanos son seres bastante peculiares. —Sakura imitó en dibujo en la pizarra. —Tienen sentimientos al igual que nosotros, se conectan con otros humanos, al igual que nosotros y al igual que nosotros, tampoco son eternos. Los humanos nacen con alma. —Sakura señaló el espacio que había dibujado en el pecho del humano. —Nuestras almas duran aproximadamente doscientos años, aunque hay otros casos extremos. Las almas de los humanos son difíciles de comprender, algunos las ma

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Comments

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Rin_RinxX
#1
Chapter 11: Me está encantado la historia, no puedo esperar a leer el próximo cap 🙈
ChoiDahye
#2
Chapter 10: I'm so obsessed with this story
B1ack_D4kota
#3
Chapter 9: Can't believe I only found this story today 🥹😍
daebak567 #4
Chapter 9: Me encanta la historia, me sorprende que aún no tenga muchos suscriptores, de todos modos espero la sgte actualización !!!!