Ep 2.

Blackcat.
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02: La tierra.

Parte 01: Los viajes.

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Al principio, Aeri no se sentía orgullosa de arrastrar a Minjeong en su obsesión con la tierra, pero cuando su mejor amiga se mostró realmente interesada con comenzar a viajar en secreto, no pudo decir que no.

A su edad, no había ninguna otra alma tan vivaz e inteligente como ella. Desde niña había sido capaz de demostrar que no había nada que no pudiera conseguir. No le tomó mucho tiempo descubrir cómo burlar la seguridad de las salas de transportación y luego a entender cómo hacer funcionar los portales que las podían llevar hasta la tierra.

Cuando sintió que ya era experta en el tema, le explicó a Minjeong todo lo que sabía. Pasaron una noche completa conversando sobre portales, la tierra y las transformaciones que serían seguras ocupar.

—No tenemos que asustar a ningún humano, no podemos llamar mucho su atención y mucho menos podemos interactuar directamente con ninguno de ellos. —Le explicó Aeri. Minjeong todavía creía que los humanos eran inofensivos, pero Aeri había estudiado lo suficiente como para saber que lo que estaban a punto de hacer podría no solo meterlas en problemas con las almas superiores, sino también podía poner en riesgo sus propias vidas.

—Podemos ser patos nuevamente.

Aeri ya había pensado en eso, si su primer viaje (el que se supone debe ser el más seguro) había sido en esa forma y en ese lugar, entonces repetirlo sería lo lógico.

—Podemos. —Asintió. —Pero los patos solo son seguros para ese lugar, si queremos conocer otras partes de la tierra tendremos que pensar en otras transformaciones.

No imaginaba cómo podían pasar desapercibidas en una gran ciudad, en una escuela o en un centro de oficinas si eran patos. Todavía tenía mucho que estudiar, pero al menos ya sabía que eso estaba descartado. La transformación que tomen tendría que ser estudiada a la perfección para mantenerse protegidas.

Minjeong se abrazó a su frazada, el plan comenzaba a tomar forma y por eso mismo también tenía un poco de miedo.

—Si quieres podemos no hacerlo. —Su amiga la leyó de inmediato, no quería exponer a Minjeong a algo que le aterrara tanto.

—¡No! —Minjeong odiaba que todos la vieran como un alma débil o extremadamente sensible. Su mejor amiga era un verdadero ejemplo para ella porque jamás había visto un alma tan valiente como lo era ella. —Yo quiero conocer el mundo contigo. —Minjeong tomó su mano, casi como pidiéndole ayuda. —No me van a dejar volver, cuando decidan que soy una curandera no me dejarán conocer nada más que lo que hay aquí.

Por primera vez Aeri comprendió lo mucho que significaba esto para la joven alma que era casi como su hermana. Por primera vez se daba cuenta de que Minjeong temía a quedarse atrapada ahí y no conocer nunca los exteriores. Las almas como ella no vivían por mucho, Aeri no lo pensaba tan seguido, pero con lo que acababa de escuchar creía que tal vez eran pensamientos habituales en ella.

—¿En qué momento cambiaste de opinión?

—Cuando era más pequeña era lo único que conocía y todos decían que ser curandera era el mejor trabajo que se podía tener aquí, todo el mundo los respeta y les agradece por todo lo que hacen. —Aeri asintió, ser curandera era estar en un escalón superior con respecto a las otras almas, todos los años incluso celebraban un día de tributo para agradecer todo su trabajo. —Pero también creo que todos les tienen un poco de lástima. Las almas viven cada vez menos años, algunas a veces no llegan a los veinte y creo que eso se debe a lo que has investigado tú: los humanos son cada vez más malvados y crueles. Nos están desgastando mucho más rápido y por eso los curanderos se desgastan a tiempos récord últimamente. —A la menor le impresionó todo lo que había pensado Minjeong, por supuesto que había notado que últimamente estaba mucho más perdida en sus pensamientos, pero jamás pensó que se debía a eso. —No quiero morir joven y ser olvidada como todas esas almas que se entregaron para recargar otras, o al menos quiero poder conocer la tierra antes de que todo eso ocurra.

No necesitó escuchar más para convencerse de que efectivamente Minjeong estaba preparada para seguirla en su aventura. Era obvio que iba a tener un poco de miedo e inseguridades, pero esa fue su gran motivación para estudiar más y crear el plan perfecto para sus próximos viajes a la tierra.

—Te prometo que no dejaré que nada malo te pase, ni aquí ni en ningún otro lugar. —Minjeong se apoyó en el pecho de la chica cuyo cuerpo era más grande y fuerte. Era cierto que Aeri muchas veces se recargaba de su mejor amiga, pero para Minjeong, Aeri era algo parecido de una forma un poco diferente.

Después de unos minutos de silencio en el que ambas se dejaron confortar por la otra, Aeri volvió a lo que era su plan para visitar la tierra. —Entonces, el tema de escabullirnos y tomar uno de los transportadores ya está solucionado. Creo que lo más prudente sería ir a Corea por dos motivos: el primero es que es un país muy seguro y lo otro es que es el único idioma que manejas un poco bien.

Las almas debían estudiar todos los idiomas que se hablaban en la tierra, pero a Minjeong se le dificultaba bastante.

Minjeong le sacó la lengua, porque a diferencia de ella, Aeri era capaz de hablar bastantes idiomas de forma fluida.

—Había pensado en gatos.

—¿Gatos?

Minjeong hizo una mueca en forma de desaprobación, Aeri sabía lo que significaba eso.

—Los gatos se pueden escabullir fácilmente, se esconden bien y pueden estar por la calle sin ser atrapados.

—¿Por qué no un perro?

Aeri sabía que Minjeong diría eso, su amiga siempre había estado obsesionada con los cachorros y siempre que podía transformarse en uno lo hacía.

—A los humanos les gustan demasiado, sobre todo esos pequeños y peludos en los que te gusta convertirte. —Minjeong formó un enorme puchero, apenas escuchó los argumentos de su amiga. —Pero supongo que podemos intentarlo, aunque insisto que los gatos son mucho más seguros.

—¿Qué tal si cuando vamos al campo somos cachorros y cuando vamos a la ciudad somos gatos?

—Alguien ha estado haciendo su tarea.

Al principio, Minjeong era un poco reacia a estudiar de fondo la vida de los humanos, pero desde que habían comenzado a planificar su viaje, Aeri le había encomendado estudiar un poco más y leer de esos libros prohibidos que ella solía robar de la biblioteca y al parecer lo estaba haciendo.

—Está bien, seremos cachorros la primera vez, pero debes seguirme en todo momento.

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Parte 02: El primer viaje.

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Planificar un viaje a escondidas había sido más fácil de lo que ella había pensado. Nadie le prestaba atención a dos pre adolescentes cuando querían preguntar cosas sobre viajes y sobre los humanos, sobre todo cuando una de ellas era Minjeong, una de las almas más puras e inocentes que habían visto. Todo el mundo sabía que esa niña estaba destinada a ser curandera y desde ya mostraban su gentileza con ella.

Ese día Aeri estaba acostada en su cama cuando escuchó los conocidos pasos de su mejor amiga, quien entró y cerró la puerta con llave detrás de ella. Su pecho subía y bajaba por la fuerte respiración que luchaba por controlar.

—¿Qué ha sucedido? ¿Estás bien? —Aeri cerró su libro y caminó con rapidez hasta la joven alma.

—Los conseguí, los conseguí. —Repetía todavía un poco hiperventilada. Tenía los puños apretados, pero cuando se sintió un poco más tranquila los soltó y dejó a la vista dos tarjetas digitales.

—¡Minjeong, eres increíble! —Aeri apretó las mejillas de su amiga y le dio un tierno beso en los labios que hizo sonrojar a la menor. —¿Cómo lo has conseguido? —Aeri tomó las dos tarjetas, las cuales se llevaron toda su atención, dejando a Minjeong todavía petrificada contra la puerta. —Esto era lo único que nos faltaba.

Las tarjetas digitales les permitían traerse de vuelta a su mundo cuando quisieran y sin dejar rastro.

—P-puki aceptó darme un pequeño tour, traía un montón de vuelta de mantención y tomé dos cuando no me estaba viendo.

—Puki es un necio, solo tiene ese trabajo porque su papá es el jefe, ¡pero tú! Minjeong eres increíble. —Aeri analizaba las tarjetas y tomó asiento sobre su cama, tomó una agenda y comenzó a marcar puntos que, por la lejanía, Minjeong no podía descifrar. —Estoy viendo todo lo que tenemos, ya no nos falta nada. —Ella sabía lo que aquello significaba, pero aun así esperó para escucharla. —Ya podemos viajar a la tierra. —Minjeong se sentó a su lado y comenzó a leer la lista de actividades que debían completar antes del viaje, las tarjetas eran la penúltima y ya tenía un tick a su lado.

—¿Qué hay de la excusa?

Tragando rápidamente, Minjeong fue bebiendo de un brebaje que Aeri le proporcionaba, al parecer lo había sacado de la sala de enfermería donde una de las enfermeras estaba siendo constantemente observada por brujería.

La menor tenía terror a que le salieran ronchas o, escamas o cualquier cosa que pudiera afectarla más de lo que habían planificado. El pequeño frasco de cristal terminó por vaciarse y Aeri se sentó frente a ella para esperar a que haga efecto.

La excusa era lo último que l

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Comments

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Rin_RinxX
#1
Chapter 11: Me está encantado la historia, no puedo esperar a leer el próximo cap 🙈
ChoiDahye
#2
Chapter 10: I'm so obsessed with this story
B1ack_D4kota
#3
Chapter 9: Can't believe I only found this story today 🥹😍
daebak567 #4
Chapter 9: Me encanta la historia, me sorprende que aún no tenga muchos suscriptores, de todos modos espero la sgte actualización !!!!