09: ¿Dónde está Aeri?

Parte 01: La reconciliación.

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La gata negra jamás se había comportado de forma similar. Jimin no quería enojarse con ella, porque creía que había sido tan perfecta por tantos años, que un pequeño periodo de adolescencia rebelde era lo mínimo que podía soportar.

Su computadora quedó completamente destruida después de esa rabieta y era un enorme problema, porque necesitaba una para poder estudiar. Jimin abrió su cajón donde guardaba sus ahorros que había juntado tras alguno que otro trabajo esporádico y lo que solían darle sus abuelos cada vez que los iba a visitar.

Juntó en una parte los billetes y en otra las monedas para comenzar a sacar sus cálculos. No era mucho, pero quizá le servía para comprar una usada. Suspiró derrotada y miró a un costado donde estaba Winter tirada en el borde de la ventana. Nunca la había visto tan desganada, su apetito era mínimo y cuando se movía era solo para ir a ver los restos de su computadora como queriendo encontrar algo.

Instintivamente, separó los billetes, a lo mejor podía dejar un resto para llevarla al veterinario. Eso la dejaba con un saldo muy bajo, incluso para una computadora usada. Tragó saliva y decidió que tenía que pedir ayuda.

Sabía que la ansiedad que sentía en su cuerpo no era normal, así no se debía sentir ninguna chica que tenía que hablar con sus papás, pero los suyos eran un caso especial.

Bajó las escaleras y únicamente se encontró con su papá. Lo primero que hizo fue preguntar dónde estaba su mamá.

—Ella y Yuna fueron de compras, tu hermana sigue creciendo y ya todos sus pantalones le quedan cortos.

Eso redujo sus expectativas de una respuesta positiva casi por completo, pero supuso que no perdía nada en intentarlo. —Quería saber si me podían dar un poco de dinero.

—¿Para qué necesitas dinero?

—Winter rompió mi computadora, tengo que llevarla al veterinario y debo pagar mis tutorías.

Su papá se estaba tomando mucho tiempo para pensarlo y Jimin ya estaba arrepentida de haber abierto la boca.

—Te puedo dar para tus primeras cinco tutorías, pero sabes bien que Winter es tu carga. Siempre lo has sabido, pensé que guardabas dinero para eso.

Jimin asintió porque sabía que tenía dos opciones, quedarse con eso o reclamar cayendo en la posibilidad de quedarse sin nada.

—Gracias papá.

Se devolvió a su habitación un poco derrotada, Winter seguía en esa misma posición y se acercó a acariciar sus orejas intentando subirle los ánimos, pero no hubo ronroneos ni maullidos. Era eso lo que necesitaba para confirmar que de momento la computadora podía esperar. —Tengo mi tutoría hoy, pero te iré a dejar a casa de Sakura primero. No te quiero dejar sola.

Era costumbre para Jimin hablar en voz alta para hacerle saber a Winter cuáles eran sus planes. Y aunque ella no lo sabía, Minjeong agradecía profundamente que Jimin le dirigiera palabras a ella.

Minjeong sentía que se estaba volviendo loca y creía realmente que se iba a morir. Era algo que había escuchado muchas veces cuando era pequeña. Cuando las Almas están por morir, comienzan a recordar a aquellas que más aman y tienen severas alucinaciones. Eso creía, escuchar la voz de Aeri fue una alucinación y lo único que le quedaba ahora era morir.

Le conformaba un poco que Jimin la llevaría a casa de Sakura, pensaba que si iba a morir, al menos podía hacerlo junto a alguien que entendía lo que estaba viviendo, aunque por supuesto, Sakura en todos esos años nunca demostró algo que pudiera indicar que ella sabía que la gata de Jimin era Minjeong.

Su padre tuvo la amabilidad de llevarla hasta la casa de Sakura y una vez ahí, Jimin comenzó a explicarle a su ex niñera el extraño comportamiento que estaba teniendo Winter.

—¿Y se puso así después de escuchar la voz de la amiga de Yizhuo? —Sakura escuchó toda la historia mientras Winter se acomodaba sobre su regazo y ella le daba suaves caricias sobre su lomo. —Es extraño, de todos los años que conozco a Winter jamás ha actuado de forma agresiva, no me la imagino rompiendo una computadora solo por el sonido de una voz de alguien que ni conoce.

Winter soltó un maullido lastimero, porque tanto ella como Sakura sabían de quién era esa voz y era frustrante no poder demostrarlo.

Sakura y Chaeyeon aceptaron de inmediato a cuidar de Winter y Jimin le dejó un beso en su mejilla en forma de despedida. —Volveré pronto para que podamos ir al veterinario, te amo Win.

Nuevamente, no hubo ningún maullido de despedida y Jimin se fue al encuentro con su tutora completamente desanimada. Winter era demasiado importante para ella y no soportaba verla así de triste.

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Habían pasado tantas cosas en las últimas 24 horas que Jimin no había tenido tiempo de pensar en su tutora y los extraños sentimientos que había tenido al momento de ver su fotografía.

Entró a la biblioteca y leyó el último mensaje que le había enviado Chaehyun, la joven universitaria había apartado una sala privada para que pudieran estudiar sin problemas.

Todavía no la veía, pero ya estaba nerviosa y sintiendo la ansiedad acumularse en su estómago. Odiaba tener tan poca confianza y ponerse tan nerviosa cada vez que conocía a alguien por primera vez. Dio un último y fuerte respiro y abrió la puerta de la pequeña sala donde se encontraba la chica junto a una pila de cuadernos.

—Yoo Jimin ¿No es así? —Jimin asintió y cerró la puerta tras ella, enfrentándose a la joven, ambas hicieron una reverencia al mismo tiempo. —Soy Kim Chaehyun, la tutora que buscaste a través de la página de la universidad. Estaba revisando tu aplicación, tienes excelentes calificaciones, te felicito. Pero, por alguna razón, tus calificaciones no se demuestran en los ensayos que has hecho. —Ya sentada, Jimin escuchaba con atención, pero principalmente confirmaba la belleza de su tutora. Incluso creía que en persona era mucho más hermosa de lo que se podía apreciar en su foto de perfil. —Yo creo que los conocimientos los tienes, me parece que lo que en lo que tenemos que trabajar es en estrategias para hacer pruebas estandarizadas ¿Te parece bien?

Jimin no había sido capaz de escuchar todo, completamente distraída por la belleza de su tutora. —M-me parece bien. —Titubeo, subiendo su bolso a la mesa para poder sacar sus cuadernos.

—Leí en tu ficha que quieres entrar a la universidad para ser veterinaria. —Mientras reunía sus cuadernos, Chaehyun continuó hablándole. —Tan solo hay que subir unos puntos y podrías entrar directamente sin pasar por una lista de espera.

—¿De verdad crees que sea posible?

—Solo debes esforzarte, mis padres estudiaron veterinaria en la universidad Nacional y siempre hablan muy bien de los profesores y su formación.

—¿Tus padres son veterinarios?

—Lo son, tienen una clínica en la calle 21.

—¡La conozco! El doctor Kim es quien ha visto a mi gata desde que tengo memoria. De hecho tengo que ir en unas horas más.

El recuerdo de Winter le hizo formar un puchero y cuando Chaehyun le preguntó si estaba enferma simplemente se encogió de hombros. —Está muy desanimada, no es habitual en ella. —Omitió por completo todo su acto de rebeldía. —Ahora tengo que buscar un trabajo de medio tiempo para poder pagar todos los gastos que implica.

—Sabes yo estoy trabajando a medio tiempo en la recepción de la veterinaria porque la última chica renunció, pero lo odio. Si quieres puedo hablar con mis padres para que te contraten, además te serviría para aprender cosas nuevas.

—¡¿En serio harías eso por mí?!

Jimin ya estaba rendida ante la gentileza de su tutora porque no solo era guapa e inteligente, sino también demostraba ser muy buena persona.

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Sakura sentía un extraño cariño por Winter. Sabía que los animales tenían un corazón único y era por eso que muchas veces las Almas ocupaban sus formas para ayudar a los humanos y por un tiempo creyó que Winter podría ser una de ellas, pero ya llevaba tantos años viviendo junto a Jimin que no había posibilidad de que fuera una. Ninguna Alma dura tantos años transformada.

Jimin le había dicho que la gata estaba desanimada y actuando extraño, pero no imaginó que fuera tan notorio. Chaeyeon le había cocinado pollo frito, algo que jamás se resistía y apenas le dio un par de mordidas. Ella misma le hacía cariño en las zonas que siempre hacían que la gata se derritiera en ronroneos, pero apenas y cerraba los ojos.

—Jimin mencionó que todo comenzó cuando Win escuchó la voz de la amiga de Yizhuo ¿Habrá percibido una mala vibra de su parte? —Chaeyeon estaba sentada en el piso, acariciando a la gata que ahora subía su cabeza hasta el regazo de la humana.

No es una mala vibra, es mi Aeri. Maulló, aunque lamentablemente las dos mujeres no podían entender lo que quería decir.

—Podríamos decirle a Yizhuo que vuelva a poner su voz.

¡Sí! Eso es exactamente lo que necesito.

—No sé si Winter parece muy convencida de eso.

Minjeong se tiró de panza, rendida por sentirse tan incomprendida. Lo único que esperaba era que si alguna vez volvía a ver a Aeri, su amiga pudiera reconocerla de inmediato y no le pase lo mismo que con Sakura porque eso sería verdaderamente insoportable.

Minutos después la charla fue interrumpida con la llegada de Jimin, quien rechazó todos los ofrecimientos para comer algo porque ya iba tarde a su cita con el veterinario y Sakura la obligó a comer, prometiendo que ella la