03: Yoo Jimin.

Parte 01: Los primeros años.

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Yoo Jimin nació de forma inesperada. Sus padres se conocieron muy jóvenes y estaban locamente enamorados y llenos de sueños, ambos estaban en la universidad cuando concibieron a su primera hija. Sojung estaba aterrada, porque un embarazo significaba que todos sus sueños se destruían. El primer mes de embarazo lo mantuvo completamente oculto, porque estaba segura de que Youngjae la dejaría después de enterarse ¿cómo podía ser tan tonta? Embarazarse sin terminar la universidad, sin ser independiente o tener un anillo en el dedo. Sus padres se esforzaban mucho para enviar a su única hija a la universidad y ella lo había arruinado todo.

Sus padres eran campesinos, amaban el campo, pero sabían que su hija merecía una vida mejor, una vida en la que no tuviera que exigir su cuerpo al máximo cada día para poder llevar la comida a la mesa.

Yoo Youngjae estaba perdidamente enamorado de ella, desde el primer día en que la conoció en un taller de senderismo supo que quería que sea ella la mujer con la que caminaría al altar y formaría una familia. Estaba seguro de que las cosas no podrían mejorar más, ambos lo estaban haciendo bien en la universidad, tenían planes para el futuro y se querían inmensamente. Es por eso que cuando notó que su novia comenzaba a estar más callada o evitándolo, no pudo evitar sentirse preocupado. Pasaba gran parte del día pensando en qué había hecho o dicho que la haya molestado.

Para hacerla sentir mejor, decidió comprar entradas para su musical favorito, pero cuando apareció afuera de su dormitorio con dos entradas, la joven Sojung lo rechazó. Se iba por el fin de semana a visitar a sus padres, lo cual no pudo hacer menos que sorprenderlo. —Pero es casi un día entero de viaje. —Se preocupó, ese tipo de viaje generalmente lo hacía para alguna festividad porque era muy agotador. Sojung simplemente se encogió de hombros, explicando que extrañaba a sus padres y quería verlos. Youngjae pensó que quizá era esa la razón de su actitud, extrañaba su casa. Él todavía vivía con sus padres, era un sentimiento que no compartía, pero que entendía. Sin demorarse, se ofreció a acompañarla para que no tuviera que viajar sola, pero Sojung lo detuvo de inmediato, recordándole que tenía que estudiar para un examen.

A Sojung le hubiera encantado viajar con su novio, pero el verdadero propósito de ir a ver a sus padres era para contarles sobre su embarazo y era algo que necesitaba hacer por su cuenta antes de decidir realmente qué era lo que iba a hacer.

Tomó el autobús a primera hora de la mañana y estuvo casi todo el día viajando hasta llegar al campo. Era una zona apartada, donde no existían las comodidades que se podían encontrar en la ciudad, pero había tenido una infancia feliz, rodeada por la naturaleza y todos los animales.

Su papá la estaba esperando en el paradero, estacionado con la camioneta que tenían desde hace más de 20 años y que nunca había fallado.

Cada vez que Sojung volvía a ver a su padre lo sentía más viejo, no por las arrugas en su rostro o por su cabello que estaba cada vez más blanco, sino por lo cansado que se veía tras las largas jornadas de trabajo en el campo.

Su padre cargó sus bolsos y la ayudó a subir a la camioneta, Sojung recuerda ese día como si hubiera sucedido el día anterior. El viento soplaba fuerte, pero no llovía y la noche estaba muy oscura y casi no se veían estrellas.

Apenas entraron a la casa, el olor a kimchi-jjigae casero de su mamá le hizo abrir su apetito de forma instantánea.

Al principio, ninguno de los dos le preguntó cuál era el motivo de su inusual visita. Ellos sabían bien que no era un viaje cómodo y que su hija prefería hacerlo únicamente para ocasiones especiales. Le dieron su tiempo para hablar.

Estaban a la mitad de la cena cuando Sojung decidió soltar la bomba sin más. Sus padres enmudecieron y se miraron para ver la reacción del otro, su papá se puso de pie y comenzó a caminar lentamente por la sala, su mamá se llevó las manos al rostro, pero nadie dijo nada.

Para Sojung fueron como cuarenta minutos, cuando la realidad era que apenas habían pasado uno o dos.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —Murmuró su mamá, quien todavía tapaba su rostro.

Esa fue la pregunta que la llevó a la realidad, no estaba sola en eso, al menos tenía a su mamá de su lado.

Su papá se volvió a sentar y besó su frente, la tomó de las manos y le dijo que todo estaría bien. Sojung temblaba, no era por frío, era por miedo, pero apenas sintió el tacto de su papá, logró tranquilizarse. Lo segundo que hizo su papá, fue preguntarle si Youngjae era el padre del bebé, lo que ella confirmó. Sus padres lo habían conocido hace unos años y de vez en cuando compartían, los dos lo aprobaban y creía que era un muy buen muchacho para su hija.

—Estaba haciendo averiguaciones y todavía estoy a tiempo de.

—Ni lo menciones. —Su mamá la interrumpió, apenas entendió la dirección en la que iba esa conversación. —Tu papá y yo teníamos mucho menos cuando te tuvimos, ese bebé va a estar bien y tú también. —Los tres se abrazaron entre lágrimas, al menos si Youngjae no estaba de su lado, tendría a sus padres, y de momento eso era suficiente.

Su mamá la arropó en la cama como cuando era una niña pequeña y le deseó las buenas noches.

Al día siguiente despertó tan temprano como siempre, se sentía mucho más relajada y tranquila después de haberse quitado ese secreto de encima. Bajó y todo ya estaba andando, su mamá la hizo sentarse para desayunar y Sojung se quejó de que no tenía que hacer todo por ella, no estaba enferma, solo embarazada.

El desayuno estaba lleno de distintos platillos, su mamá le recordó nuevamente que ahora debía comer por dos y cuidarse de saludable. —El lunes iremos al doctor para que te hagan todos los exámenes.

Iba a reprocharle de inmediato, el lunes tenía que estar en la universidad, pero no pudo hablar porque escuchó como se abría la puerta y frente a ella aparecía su papá junto a un aterrorizado Youngjae.

Ese mismo día entre los cuatro llegaron a un acuerdo. Sojung terminaría su semestre en la universidad y luego pausaría la universidad para cuidarse durante el embarazo. Ese tiempo lo pasará en el campo con sus padres donde no podría estar mejor cuidada y Youngjae se comprometió a conseguir un trabajo de medio tiempo para ayudar con los gastos que fueran necesarios, los padres de Sojung insistieron que eso no era necesario, pero Youngjae estaba decidido.

—Cuando el bebé ya esté grande, Sojung volverá a la universidad. —Por la forma en que su mamá lo decía, Sojung estaba segura de que era algo que los dos habían decidido sin preguntarle a ella. —Nosotros nos haremos cargo de ese bebé hasta que ustedes tengan un trabajo estable y un lugar para que crezca bien.

Youngjae y Sojung se observaron con miedo, los dos eran jovenes y no sabían cómo los trataría el futuro. —Está bien. —Soojung respondió antes de que lo pudieran conversar, ella sabía que su respuesta significaba el poder terminar o no la universidad. Soojung no quería desilusionar a sus padres, ni mucho menos a ella misma.

Por suerte, los primeros meses de embarazo no fueron difíciles. A veces sentía náusea en las mañanas, pero la mayor parte del tiempo, Sojung ni se sentía embarazada. Youngjae se portó como un novio excepcional, se veían un poco menos por todo lo que implicaba ir a la universidad y tener un trabajo de medio tiempo.

La familia de Youngjae no fue tan receptiva como la suya, sus padres le dijeron claramente que ese bebé era su problema y que ellos no se iban a meter. Youngjae fingía como que no le importaba, pero Sojung sabía que era algo que lo mantenía despierto por las noches.

Terminó el año escolar y para celebrar que ambos lo habían hecho bien, Youngjae la invitó a cenar a un restaurante elegante. La velada culminó con su novio de rodillas mostrando un lindo y pequeño anillo. Sojung no dudó en aceptar, Youngjae era todo lo que siempre deseó, quizá el tiempo en que ocurrían las cosas no era el ideal, pero esa era su realidad y la iba a aceptar. Tal y como lo planificaron, Sojung volvió al campo de sus padres para cuidarse durante los últimos meses del embarazo.

Yoo Jimin nació un 11 de abril y desde el momento en que abrió sus ojos se volvió una niña amada y mimada.

La niña era perfecta para casi todos, desde un principio gozó de buena salud y siempre tenía un brillo en sus ojos que encantaba a todo mundo, excepto para su mamá.

Apenas Sojung vio a su hija, sintió un extraño rechazo por la pequeña. La cargó un par de minutos en sus brazos y después fue incapaz de sostenerla, entregándola rápidamente a Youngjae, quien asustado y confundido intentó tranquilizar a la bebé que solo deseaba contacto materno.

Sumamente preocupados por el bienestar de su hija y de su nieta, sus padres decidieron llevar a Sojung con un especialista en donde rápidamente la diagnosticaron con una severa depresión posparto.

En su momento, decidieron que lo mejor sería que Sojung regrese antes de lo presupuestado a la universidad y que los abuelos cuiden de la pequeña Jimin.

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Parte 02: Animales

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Yoo Jimin creció rodeada de animales, sus abuelos la habían acostumbrado a respetarlos y quererlos desde que nació y siempre supo que quería pasar toda su vida en un lugar donde pudiera estar con ellos.

Su primera palabra fue vaca, después abuelo y finalmente abuela. No fue hasta que cumplió cuatro años que supo lo que significaba papá y mamá. Un día, el matrimonio regresó a casa y entre lágrimas le suplicaron al señor y la señora Jung que les den una segunda oportunidad con su hija.

Al principio los abuelos de Jimin tuvieron miedo, querían a la pequeña como si fuese su hija y la niña era tan cariñosa que cada día los llenaba de un amor tan puro, que no querían que nuevamente sufriera por el abandono de sus padres.

—Ellos son sus verdaderos padres. —Le comentó Jisung a su esposa. —Nosotros no estaremos aquí el tiempo que la pequeña Jimin se merece, a lo mejor es bueno darles una segunda oportunidad. —Él sabía que no era una decisión fácil, pero en el fondo de su corazón creía que era lo que la niña realmente necesitaba.

Al día siguiente, Sojung y Youngjae volvieron a aparecer para almorzar. Sojung estaba en silencio ayudando a su mamá a pelar papas para el almuerzo, la que alguna vez había sido una linda relación entre madre e hija, ahora era de lo más tenso que se podía encontrar. Todo porque Minhee nunca iba a ser capaz de entender ni perdonar que su propia hija hubiera abandonado a la pequeña Jimin.

—¿Dónde está Jimin? —preguntó Sojung al notar que su hija no se escuchaba hace un buen rato.

Al principio Minhee no quiso responderle, pero después de una lucha interna decidió hablar. —Debe estar en el granero, ayer vimos unas cachorritas, pero se han desaparecido y está empeñada en encontrarlas. —Una sonrisa se dibujó en su rostro, por supuesto que su nieta iba a esperar a las cachorras por horas, aunque extrañamente no se habían vuelto a ver después de ese primer encuentro.

—Está muy helado para que la niña esté en el granero. —Reprochó de inmediato Sojung, arrepintiéndose luego de lo duro que había sonado su comentario.

Minhee sintió el calor de la estufa traspasándose a su cuerpo "Ella es su mamá, ella es su mamá" se repetía en la cabeza para no decir nada grosero en contra de su propia hija. —Cuando eras pequeña, pasabas el día entero jugando afuera, no importaba la lluvia o la nieve. —Le recordó, intentando hacer que su hija reflexione al respecto.

Las dos continuaron cocinando en silencio, Minhee podía ver que en esos cuatro años su hija había crecido mucho, se había convertido en una verdadera mujer. Sojung se había graduado con honores de la un