10: Ningselle es real.

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Aeri guardó su teléfono y ordenó un poco el pequeño departamento que había encontrado en Seúl. La aprobación de su viaje le tomó mucho más tiempo de lo que ella creía y casi dos años después, finalmente estaba donde necesitaba estar.

Finalmente, todo pareció confabular a su favor y su plan para recuperar a Minjeong estaba oficialmente en marcha. Su transferencia a la universidad de Seúl había sido aprobada, encontró un lugar en el cual vivir y su novia… Su novia era la mentira perfecta para acercarse a Jimin y finalmente a Minjeong.

Ya era una mujer de 23 años, no era una niña impulsada por sus sentimientos (pese a que nunca fue mucho de eso) hace varios años ya hacía todo con un plan y no dejaba que nada la distraiga. Sabía que tenía que recuperar a Minjeong y ya había ideado el plan perfecto.

Yizhuo era una buena persona, quizá demasiado ingenua, pero Aeri no sentía lástima, no había espacio para eso. Llevaban una relación hace más de dos años y nunca se habían visto en persona. Sabía que no era lo correcto, sabía que no era digno de una Alma usar a los humanos de esa forma. Pero los humanos le habían quitado a su mejor amiga de toda la vida, utilizar el corazón de una humana para traerla de vuelta era un problema menor.

Había llegado el día, se iban a conocer en persona y Aeri sabía que era el momento en que su voluntad se pondría a prueba. Jamás había sido una persona romántica y sabía que Yizhuo lo era. Nunca había besado a alguien y en sus mensajes, su novia no dejaba de repetir lo mucho que deseaba besarla y seguramente hacer otras cosas. La idea la asustaba, pero era otro sacrificio que estaba dispuesta a hacer.

Yizhuo estaba aterrada porque después de tantos años por fin iba a ver en persona a la mujer que sentía que era el amor de su vida. Todo sería más fácil si su mejor amiga siguiera viviendo en su misma calle, pero ahora estaba a kilómetros de distancia.

Todavía no podía creer lo tonta que había sido su mejor amiga. Se demoró meses en conquistar a Chaehyun y todos podían darse cuenta de que ella estaba el doble de entregada a la relación que la otra chica. Jimin había dejado de lado todas sus prioridades para ser la mejor novia del mundo.

Ya era la mejor de su clase y había decidido pausar su carrera universitaria solo para irse con ella a Estados Unidos. Chaehyun había ganado una beca para hacer un estudio y jamás le consultó a Jimin si estaba de acuerdo con que ella se fuera por dos años. Para Yizhuo era obvio que eso no estaba bien y lo primero que habría hecho en su posición sería terminar la relación. Pero por supuesto que en la cabeza de Yoo Jimin eso significaba pausar sus estudios y comprar el primer boleto de avión a Boston para ir tras su novia.

Era la primera vez en toda su vida que ella y Jimin habían peleado. Llevaban dos meses sin hablarse.

—¡Estás completamente loca! —Yizhuo jamás le había gritado de esa forma a alguien y nunca pensó que la primera persona con quien lo haría sería su mejor amiga. —¿Qué harás con los estudios? ¿Qué dicen tus padres?

Winter maulló, pero ambas la ignoraron.

—Puedo congelar mis estudios un año sin perder mis créditos, no pasa nada ¿Y de verdad crees que me importa lo que digan mis padres? Ni siquiera les interesa lo que hago con mi vida.

Yizhuo se puso de pie y caminó en círculos por la habitación de su amiga. —Ella ni siquiera te lo pidió.

—¿Qué?

—Chaehyun jamás te pidió que vayas con ella, ni siquiera fue capaz de decirte que tenía planes de irse por dos años. No entiendo cómo eres tan incapaz de verlo.

Jimin apartó la mirada y siguió metiendo ropa en su maleta. Chaehyun la quería, no estaba lista para poner en duda sus sentimientos. —¿Me estás escuchando? ¡No puedes abandonar todo por lo que has trabajado por alguien que no te valora! Necesitas a alguien que te quiera en serio.

Eso la detuvo de golpe. —¿En serio tú me vas a dar consejos? —Jimin cambió rotundamente su actitud, la pregunta sonó agresiva y era clara antesala de algún comentario hiriente. —Tú que has pasado años en una relación con alguien que ni siquiera sabes si existe o no. Rechazas salir con alguien porque tu supuesta novia va a venir encontrarte alguna vez ¿Hace un año no? Hace un año iban a estar juntas y pasear por el río ¡Pero aquí estás! Gritándome a mí por querer estar con mi novia porque eso es lo que hace la gente enamorada. Quieren estar juntas y claramente esa chica no quiere estar contigo.

—No tienes derecho a decirme eso.

—¿Y tú si? Ya déjame en paz y vete a vivir tu vida con esa chica que Dios sabe si existe o no.

Yizhuo se quedó en silencio, estaba muy herida para hablar y se limpió las lágrimas tan rápido como pudo. —Voy a buscar las cosas de Winter y me voy. —Era el trato que habían hecho. Chaehyun era alérgica a los gatos y no había forma de que acepte vivir con Winter por lo que le pidió a Yizhuo que cuide de ella mientras no estuviera.

—No es necesario. Le pediré a Sakura que lo haga. —Era una decisión que estaba tomando bajo los efectos del enojo, pero Yizhuo se lo tomó totalmente a personal. Si peleaban de esa forma no hablarían y si no es la cuidadora de Winter entonces no habría excusa alguna para que hablen en todo ese año. Miró a la gata con tristeza y asintió.

—Buen viaje, Jimin.

Habían pasado meses desde ese momento y todavía no se hablaban. Lo único que sabía de Jimin era lo que veía en redes sociales y al menos ahí se veía todo en orden, pero Yizhuo sabía muy bien que era fácil mostrar solo el lado bueno de las cosas ahí. Cada vez que veía una selfie de ella, se concentraba en ver sus ojos para buscar ese brillo de felicidad en ellos, pero se le hacía difícil.

No era momento para pensar en Jimin, se recordó. En menos de una hora se iba a encontrar con su novia por primera vez. Sonrió automáticamente y se volvió a cambiar de ropa, decidió ir con algo más ligero porque sabía que sudaba mucho cuando estaba nerviosa.

Habían hablado por videollamada una cantidad incontable de veces, pero nada se comparaba a estar con ella en persona. Yizhuo no sabía qué hacer, tenía miedo de que su corazón se saliera por su boca o que dijera algo muy vergonzoso o que saliera tanto sudor por sus axilas que su camiseta comenzaría a derramar.

Llamó a Jimin, puso el teléfono en su oreja y escuchó el peep dos veces hasta que escuchó la voz de la empresa telefónica diciéndole que el número ya no existía. Era todo lo que necesitaba escuchar para aceptar que la amistad había acabado.

Se decidió por su camiseta más delgada y salió de su casa a paso firme, casi enojado porque Jimin le había arruinado el que tendría que ser uno de los días más felices de su vida.

Llegó al punto de encuentro 15 minutos antes, se cuestionó si eso era lo mejor o no ¿Qué prefería? Llegar a un lugar y caminar al encuentro de Giselle o caminar en su dirección. La primera o la segunda, la primera o la segunda, se cuestionó una cantidad de veces impresionante hasta que se decidió por la segunda y caminó en la dirección opuesta a la que llegó.

—¿Todavía no me ves y ya te quieres ir?

Esa voz.

—Estoy sudando.

—¿Qué?

NingNing se dio vuelta y la vio, incluso más majestuosa en persona. Más guapa y celestial, un poco más baja y delgada de lo que imaginó. —E-estoy sudando.

Giselle dio pasos en su dirección y en el camino se le comenzó a formar una divertida sonrisa. —¡Me vas a abrazar y estoy sudando! —Gritó desesperada, pero Giselle acalló todas sus inseguridades con un fuerte abrazo, levantándola en el aire y girando sobre su propio eje. Yizhuo chilló en los brazos de su novia y luego de recuperarse de un corto mareo, se abrazó también a ella y besó sus labios.

El sentimiento que se apoderó de su cuerpo era completamente superior a todo lo que alguna vez imaginó que podría sentir. Su corazón latía muy fuerte, su cuerpo tembló en ansiedad positiva y la sensación de querer repetirlo una y otra vez la estaba volviendo loca.

Jamás había dudado de su existencia y mucho menos de sus sentimientos, pero tenerla ahí y poder sentir su cuerpo contra el propio alimentaba su interior de una forma que jamás le había pasado. —Eres tú.

—Soy yo.