Ep 8.

Blackcat.
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08: El amor va y viene

Parte 01: El fin de Sunwoo

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El asunto con Sunwoo duró exactamente por seis meses. Los peores meses de su vida, podría decir Minjeong, que si antes estaba dejada de lado, desde la llegada del chico simplemente dejó de existir.

Por suerte, Yuna seguía interesada en ella, aunque su forma de demostrar el cariño era un poco más tortuosa que como había sido Jimin a esa edad.

Volviendo a Sunwoo, el decir exactamente seis meses no era una exageración. El día del to mes-aniversario entre Jimin y el chico, había decidido ir a cenar para después ver una película en el cine.

Jimin no protestó por la elección que hizo su novio de una película de acción, pero cuando se lo encontró a la entrada del restaurante con tres de sus amigos supo que había un cambio de planes.

—Min, los chicos consiguieron a último minuto una entrada para ver el partido de baseball de hoy.

—Pero el equipo juega todos los fines de semana ¿No puedes ir al próximo? —Los chicos estaban parados apenas a unos metros de distancia, pero era obvio que podían escuchar la conversación.

—Sí, pero llevamos una racha de cuatro partidos invictos y si ganamos este vamos a quedar cuartos en la liga.

Jimin se abrazó a ella misma, para protegerse del viento y para darse apoyo moral e intentar no llorar en ese momento. Sunwoo miraba constantemente a sus amigos, quienes parecían apurados de no llegar tarde al partido.

—Bueno, vamos. —Aceptó que quizá tenía que ir y dejar de lado la cena romántica, después de todo eran solo seis meses, habría otros aniversarios más importantes.

Podía cambiar la cena romántica por una gaseosa y algo frito en las gladerías del estadio y bueno, la película nunca la motivó mucho de todos modos.

—Oh, creo que me entendiste mal. —La detuvo, posicionando sus manos sobre las de ella. —Iré con los chicos, solo compramos entradas para los cuatro. Pero si quieres te puedo pasar algo de dinero para que vayas a cenar algo o.

—Olvídalo, Sunwoo. —Jimin aceptó que estaba siendo una tonta, porque Sunwoo quería estar en cualquier parte menos con ella. —Ve con tus amigos, pásalo bien.

El chico, quien no le tomaba el peso a la situación, simplemente sonrió hasta mostrar los dientes. Estaba muy feliz de poder ir a ver a su equipo. —Bueno, cuídate de camino a casa ¿Te paso a buscar mañana para ir a la escuela?

—No, no es necesario que me vayas a buscar nunca más.

Jimin caminó en la dirección opuesta al grupo de chicos y su novio se volvió rápidamente a ellos sin siquiera percatarse de lo que significaban las palabras de la que ahora era su exnovia.

La chica no se permitió llorar, ocupó todo el trayecto hasta su casa para pensar en lo tonta que había sido por estar tanto tiempo con un chico que obviamente seguía pensando y actuando como un niño pequeño. Estaba tan cegada en tener un novio por primera vez que no se dio tiempo de pensar si era el indicado o no.

Llegar a casa de Sakura era lo más seguro, estaba cerca y sabía que no se metería en grandes problemas, pero por una razón que en ese momento no entendía, lo único que quería era llegar hasta su casa. Quizá no era la decisión más inteligente, era más lejos, los buses no parecían querer pasar y su presupuesto no era suficiente como para poder tomar un taxi hasta su casa.

Estaba oscuro, pero nada de eso le importaba y sin alcanzar a tomarle el peso a su decisión ya había llegado a casa sana y salva.

Saludó a sus padres quienes estaban en el sofá viendo una película y subió las escaleras furiosamente antes de que alguno pudiera hacerle alguna pregunta. Llegó a su pieza, pero se quedó parada sin entrar al darse cuenta de que su gata no estaba ahí.

—¿Dónde está Winter? —Preguntó al aire, sintiendo que le faltaba. Su gata negra siempre estaba ahí, o al menos eso quería creer, pues en los últimos meses no se daba el tiempo de notar si Winter estaba o no ahí. Salió de su pieza y dio algunos pasos a su derecha, abriendo de golpe la puerta de la habitación de su hermana y ahí estaban.

Yuna se quedó tiesa al ver a su hermana mayor en el que era su espacio, creía que tendría al menos un par de horas de privacidad antes de ser descubierta.

—¡¿Qué estás haciendo?! ¿Estás loca acaso? —Jimin entró ahora con agilidad y levantó a su gata del suelo.

Winter no alcanzó a entender lo que estaba pasando y las quejas que cada vez se escuchaban más lejos por parte de Yuna eran imposibles de entender.

Jimin entró a su habitación y golpeó su puerta con fuerza al cerrarla y bastó con eso para que Minjeong entendiera que la adolescente estaba muy enojada.

No alcanzó a decirle nada cuando su hermana menor ya estaba parada en la puerta desportricando contra Jimin por llevarse a Winter de esa forma.

—¡Todavía no había terminado su maquillaje! —Yuna tenía una mano en la cintura y en la otra tenía una brocha con polvo rosado. Jimin se levantó, dejando a la gata sobre su cama y se acercó a su hermana con el cuerpo erguido para demostrar su autoridad al ser la mayor, pese a que era obvio que Yuna sería más alta que ella.

—¿Qué te hace pensar que puedes maquillarla y vestirla? ¿Acaso no tienes muñecas? Déjala tranquila, no es un juguete. Además, es mía, no tuya.

Lo habitual después de un sermón como ese era que Yuna haría un puchero y luego se iría a llorar a su habitación, pero eso no ocurrió.

—Pero yo llevo meses cuidándola porque tú ya ni te preocupas.

—¡Eso no es cierto! —Su respuesta se había rebajado al nivel de argumentos que solía usar su hermana pequeña, pero de momento todavía no se daba cuenta. Yuna no dijo nada, dejando que su hermana tuviera tiempo de reflexionar ante sus propias palabras y después se volteó a ver a su gata, que estaba como un pan de molde sobre su cama.

—Por meses has estado tan ocupada con tu novio que ya no tienes tiempo de cuidar de Winter. No le das agua, no le das comida y ha bajado de peso. —La apuntó, como queriendo demostrarle que era cierto. —Cierras tu puerta y ella se queda por horas esperándote ¿Acaso no te has dado cuenta de que lleva días durmiendo conmigo?

Winter escuchó la discusión desde su posición. Yuna no mentía, desde que Jimin había cumplido los 15 su personalidad había tomado un giro inesperado. Cada día se convertía en una persona más egoísta y sus intereses habían cambiado, eso también implicaba sus prioridades. Winter estaba cada día más sola y su relación con Yuna era lo único que le daba la suficiente felicidad. La niña era muy alegre, pero no tenía muchos amigos en la escuela, así que apenas terminaba su jornada, volvía a casa y aprovechaba el tiempo para jugar con Winter.

Al principio la relación entre ellas solo se basaba en juegos, pero pronto la pequeña se dio cuenta de que Winter estaba baja de ánimos y comenzaba a perder peso. Recordó cuáles eran sus galletas favoritas y cada vez que alguno de sus padres iba al supermercado, se ofrecía a acompañarlos y metía los paquetes a escondidas.

Winter se tomó un tiempo en aceptar ese cambio en la confianza porque tenía la esperanza de que Jimin volvería a ella, pero desde la aparición de Sunwoo el asunto solo empeoró.

Jimin comenzó a llorar y tanto Yuna como Winter se acercaron a ella. Minjeong no podía recordar la última vez que vio a la adolescente llorar.

—Hermana, perdón. —Yuna, ignorando lo ocurrido con su ahora exnovio, pensó que las lágrimas se debían a sus palabras. Jimin caminó hasta su cama y se sentó en el borde, Winter no perdió el tiempo para subir a su regazo y Yuna, entendiendo cosas a su temprana edad, decidió cerrar la puerta y acercarse también. Era obvio que su hermana no quería involucrar a sus padres en eso.

Jimin acarició la mejilla de Yuna con su diestra y el lomo de Winter con su izquierda. —No es tu culpa, pero ya no puedes hacer esto. —Señaló las mejillas coloradas de Winter por el polvo que le había puesto. —Y sabes que tampoco le gusta usar calcetines. —Con cuidado le sacó los calcetines a su gata, quien parecía contenta de ya no tener que llevar esa capa de ropa que nunca necesitó. —Muchas gracias por darle comida, mañana podemos llevarla juntas al veterinario para ver a qué se debe su pérdida de peso. —El pelo de Winter se crispó al escuchar esa palabra, odiaba ir al veterinario porque al no ser un animal como tal, un veterinario no tendría ni idea de cómo sanarla.

Yuna se quedó conforme con eso y luego de que Jimin le asegurara varias veces que todo estaba bien, finalmente pudo quedar sola con Winter.

Minjeong era una Alma, y eso le permitía leer las emociones de los humanos casi a la perfección. Era cierto que los aspectos felinos a veces le nublaban el instinto, pero en momentos como ese era en los que su verdadero ser reflotaba al máximo.

Su Jimin estaba triste, tenía el corazón roto y estaba decepcionada, pero sobre todo había culpa dentro de ella y la razón no era el haberse involucrado en una relación con alguien que no la apreciaba, sino el haber olvidado tanto a su pequeña Winter.

Abrazó a la gatita que rápidamente comenzó a ronronear, Winter era tan bondadosa que pese a sus negligencias no parecía demostrar ningún tip

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Comments

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Rin_RinxX
#1
Chapter 11: Me está encantado la historia, no puedo esperar a leer el próximo cap 🙈
ChoiDahye
#2
Chapter 10: I'm so obsessed with this story
B1ack_D4kota
#3
Chapter 9: Can't believe I only found this story today 🥹😍
daebak567 #4
Chapter 9: Me encanta la historia, me sorprende que aún no tenga muchos suscriptores, de todos modos espero la sgte actualización !!!!